Guterres llama a la unidad en la COP29: "Es hora de cerrar la financiación climática para salvar el planeta"
2024-11-21
Autor: María
La Conferencia de las Partes (COP29) de la ONU, que se lleva a cabo en Bakú, Azerbaiyán, se encuentra en sus momentos finales. A medida que el tiempo avanza, el debate crucial sobre la financiación climática permanece sin resolver. Los representantes de cerca de 200 países están en busca de un nuevo objetivo financiero que apoye a las naciones más vulnerables, pero la disputa principal gira en torno a quién proporcionará el dinero, cómo se organizará y, sobre todo, cuánto será necesario. Este jueves, la presidencia de la cumbre, liderada por Azerbaiyán, publicó un tercer documento que resume las posturas de los ministros presentes, pero que deja vitales interrogantes sin respuesta.
Mientras los países en desarrollo, respaldados por China, exigen una inversión de 1,3 billones de dólares anuales, las naciones occidentales, que tradicionalmente son las principales proveedoras, se muestran reticentes a comprometer cifras concretas sin esclarecer cómo se movilizará el financiamiento.
La fecha límite para llegar a un acuerdo es el viernes por la noche. No obstante, es habitual que la finalización de estas conferencias se retrase por horas o incluso días. En este complejo panorama, António Guterres, Secretario General de la ONU, subrayó la urgencia de que los países trabajen juntos para alcanzar un consenso que refleje una verdadera justicia climática. "El fracaso no es una opción", advirtió, enfatizando que la cooperación es esencial para un futuro sostenible.
¿Billones o cientos de millones? La lucha por la financiación climática
En la actualidad, el compromiso de los países desarrollados es movilizar 100.000 millones de dólares anuales. Sin embargo, los países en desarrollo afirman que, a partir de 2025, esta cifra debe multiplicarse por más de diez, reclamando así un nuevo objetivo que eleve la cifra a 1,3 billones de dólares. El grupo G-77 más China, representando a más de 130 naciones del Sur Global, instó a los países desarrollados en Bakú a contribuir a este nuevo objetivo.
No obstante, el bloque occidental ha evadido establecer un monto específico, demandando primero claridad sobre la movilización de esos fondos. Además, argumentan que naciones que no son clasificadas como desarrolladas, como China, Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, también deberían desempeñar un papel en esta financiación. Guterres instó a todos los negociadores a revisar sus posiciones, ya que "estamos en un momento crucial".
La discordia entre los bloques queda patente en el reciente texto de la COP29, que presenta dos posturas claramente diferenciadas. Carola Mejía, de la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social, señaló que, aunque ha habido avances, las dos opciones siguen bastante distantes.
Los países miran de cerca a la Unión Europea, que ha resistido en ofrecer una cifra, a pesar de las instancias de los países en desarrollo. Wopke Hoekstra, comisario europeo de Acción por el Clima, reafirmó la urgencia de mejorar la infraestructura de financiación. David Tong, representante de Oil Change International, enfatizó que sin financiación no pueden conseguirse los objetivos de eliminación progresiva de combustibles fósiles, ni la transición energética ni la adaptación al cambio climático.
¿Adiós a los combustibles fósiles?
Aunque los nuevos planes de reducción de emisiones no están en el eje central de esta cumbre, las discusiones sobre la mitigación se tornan igualmente complejas. En la última cumbre en Dubái, se logró un avance histórico al mencionar la necesidad de dejar atrás los combustibles fósiles. Sin embargo, países petroleros como Arabia Saudí y China siguen oponiéndose a que se incluyan referencias a estos combustibles en los acuerdos.
Guterres defendió en conferencia de prensa que cumplir con el Acuerdo de París y mantener el calentamiento por debajo de 1.5 grados es inalcanzable sin eliminar gradualmente los combustibles fósiles, reafirmando que la ciencia es clara al respecto. La incertidumbre persiste a medida que el mundo observa; la COP29 es más que una conferencia, es una última oportunidad para definir el futuro de nuestro planeta.