El historiador israelí Ilan Pappé, una figura destacada en el debate sobre el sionismo y la historia palestina, conversó recientemente en Casa Árabe de Madrid con el programa 'Cinco Continentes' de Radio 5. Durante la entrevista, analizó la situación en Gaza y el papel de los denominados "nuevos historiadores", un grupo académico del que forma parte, en la reconfiguración de la narrativa sobre el conflicto.

¿Cómo contribuyen los "nuevos historiadores" a la narrativa sobre el sionismo y la nakba?

Mi principal contribución ha sido acuñar el término "limpieza étnica", que otros colegas evitan. Me enfoqué en la acción israelí de 1948 como parte de una operación de limpieza étnica, vinculándola con la ideología sionista, y enfatizando que esta limpieza sigue ocurriendo hoy.

Desde la publicación de su libro *La limpieza étnica de Palestina* en 2006, ¿ha empeorado la situación?

Definitivamente. La situación en Gaza es, en muchos aspectos, tan grave como lo fue en 1948 y, lamentablemente, este último año ha sido especialmente devastador. La distinción entre limpieza étnica y genocidio es crucial; mientras que en la limpieza étnica muchos sobreviven, en un genocidio la pérdida de vidas es irreversible, y eso es algo que estamos viendo hoy en Gaza. Este es, en mi opinión, el peor año en la historia de Palestina.

¿Considera que lo que sucede en Gaza puede ser declarado genocidio?

La definición es muy clara en la Convención de la ONU: las personas son asesinadas por su identidad, no por sus acciones. En Gaza, muchas vidas, incluidas las de niños y ancianos, están siendo perdidas simplemente por ser palestinos. Esto, combinado con la destrucción sistemática de infraestructuras, indica que lo que observamos se ajusta a la definición de genocidio.

¿Es difícil contrarrestar esta narrativa?

Sí, y resulta inquietante que los medios, la academia y los gobiernos eviten usar el término genocidio por miedo a ser acusados de antisemitismo. No es que no crean que es genocidio; simplemente no desean enfrentar esas acusaciones. Este temor mina la confianza que deberíamos tener en nuestros líderes y periodistas.

Se critica la forma en que se silencia la oposición a las políticas israelíes, ¿no?

El antisemitismo se utiliza como un arma para deslegitimar las críticas a Israel, lo que resulta en que el término pierde su gravedad. Este uso excesivo provoca que las personas no tomen en serio las acusaciones, lo que desvirtúa un tema tan serio y doloroso como el racismo, que debe ser abordado sin crear jerarquías.

¿Qué opinas sobre la respuesta de algunos gobiernos europeos al antisemitismo?

Es fundamental cuestionar la razón detrás de esta respuesta. Muchos gobiernos, por ceder a la presión, están distorsionando el concepto de antisemitismo al vincularlo erróneamente con las críticas a Israel, lo que contribuye a la desinformación y el abuso de la memoria del Holocausto.

¿Están las acciones de los Gobiernos europeos afectando la opinión pública?

Creo que sí. Muchos ven cómo estas acusaciones se utilizan para deslegitimar las críticas a Israel. Sin embargo, tras los recientes acontecimientos en Gaza, las personas están más informadas y entienden que oponerse a las acciones de Israel no es lo mismo que ser antisemita.

¿La sociedad israelí ha cambiado con respecto a la crítica de la ocupación?

Efectivamente, la voz crítica ha disminuido, sobre todo porque muchos han dejado el país. Aunque hay manifestaciones, muchas son a favor de un Israel más liberal, pero solo en términos de derechos para los judíos. No enfrentan el problema de la ocupación de manera efectiva.

Volviendo a su experiencia personal, ¿puede contar acerca de su detención en un aeropuerto?

Fui interrogado en el aeropuerto de Detroit por más de dos horas sin que me dieran una razón específica, lo cual fue incómodo, pero sé que mis amigos palestinos han enfrentado situaciones mucho peores.

La situación actual en Cisjordania es alarmante, ¿verdad?

Así es. Desde el 7 de octubre, más de mil palestinos han sido asesinados, la mayoría jóvenes. Los colonos han realizado limpiezas étnicas en varias áreas y se han reportado torturas sistemáticas a detenidos. Las tensiones continúan siendo un gran temor para la población.

¿Piensas que el asesinato de líderes de Hamas y Hezbolá terminó el conflicto?

No, porque Hamas y Hezbolá representan ideas, no solo individuos. El poder del liderazgo no se puede eliminar exterminando a figuras clave. Israel debería aprender que si realmente desean negociar, no pueden eliminar a sus líderes más moderados.

¿Cuál es su visión sobre la solución de dos Estados?

Esa solución está muerta. Con 700,000 colonos israelíes en Cisjordania, no es práctica ni moral. Necesitamos un enfoque que garantice la igualdad de derechos para todos los palestinos, ya que cualquier otra opción no triunfará.

¿Es optimista respecto a las decisiones de los tribunales internacionales?

No del todo. Aunque se han dado pasos significativos al llamar a Israel un Estado que perpetúa el apartheid, existe una desconfianza generalizada en el sistema legal internacional, el cual no ha demostrado proteger a los palestinos. La percepción es que la ley internacional solo sirve a los intereses occidentales y esto es algo que necesita ser abordado con urgencia.