
¡Impactante! Adiós al carnet de conducir para quienes enfrentan estas enfermedades según la DGT
2025-04-12
Autor: Lucia
La Seguridad Vial en Juego
En España, mantener el carnet de conducir no es tan sencillo como parece. Aunque obtenerlo requiere pasar una formación exhaustiva, conservarlo es un desafío constante. La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva a cabo un estricto control médico, asegurando que solo los físicos aptos puedan manejar.
Controles Médicos Obligatoriosos
La DGT exige que cada vez que se renueva el carnet, se realice un reconocimiento médico, un procedimiento que se vuelve más frecuente conforme el conductor envejece. Estos exámenes son críticos, porque determinan si existen enfermedades que pongan en riesgo la conducción.
No Todos los Carnets Son Vitalicios
Aunque el carnet de conducir permite la libertad de circular, tiene fecha de caducidad. Hasta los 65 años, debe renovarse cada 10 años, y después, cada 5. Para extender su vigencia, es indispensable un chequeo médico riguroso.
Enfermedades que Pueden Impedir la Renovación
La DGT tiene una lista que incluye enfermedades que, por su gravedad, impiden la renovación del carnet de conducir. Este control se centra en aspectos fundamentales como la visión, la función cardíaca y el estado neurológico.
Lista de Enfermedades que Pueden Limitar tu Licencia
Entre las condiciones que pueden provocar restricciones se encuentran enfermedades como:
• Accidente isquémico transitorio • Alzheimer • Aneurisma de grandes vasos • Apnea del sueño • Arritmias • Crisis o pérdida de conciencia • Demencia • Depresión severa • Diabetes insulinodependiente • Enfermedades cardíacas graves • Trastornos neurológicos • Epilepsia • Parkinson avanzado
Evaluación Personalizada: ¿Sigues al Volante?
Cada caso es único. La evaluación médica determinará si la persona puede seguir conduciendo, y en ocasiones se puede renovar el permiso con ciertas limitaciones.
La Importancia de Conocer tu Estado de Salud
Para quienes padecen enfermedades crónicas, estar al tanto de esta lista es vital. La seguridad en las carreteras depende no solo de las leyes, sino también del estado de salud de quienes están al volante.