El coordinador del Servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, Domingo García Aguilar, advierte sobre la alarmante situación de los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Según García, el amplio espectro de síntomas, que incluye tos, expectoración, disnea y sibilancias, puede llevar a un diagnóstico tardío, y en muchos casos, a que los pacientes se encuentren sin diagnóstico durante años.

Ante esta realidad, Jesúas Peñas de Bustillo, jefe de servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, enfatiza la importancia de que la población no normalice los síntomas respiratorios simplemente porque son fumadores o se encuentran en baja forma física. El mensaje es claro: es vital que los médicos tengan una actitud proactiva y no solo se limiten a amonestar a los pacientes por fumar. Además, propone un aumento en la utilización de espirometrías para detectar precozmente la enfermedad en los fumadores.

El tratamiento de EPOC se basa principalmente en el uso de broncodilatadores por vía inhalada, sin embargo, esto es solo una parte del enfoque terapéutico. Peñas de Bustillo indica que es esencial complementar estos tratamientos farmacológicos con intervenciones no farmacológicas, que han demostrado ser eficaces al reducir la mortalidad. Estas intervenciones incluyen la cesación del tabaquismo, rehabilitación pulmonar, oxigenoterapia a largo plazo, y en casos selectos, ventilación mecánica no invasiva y técnicas quirúrgicas.

Un dato interesante es que, en pacientes con enfisema avanzado, las técnicas broncoscópicas de reducción de volumen pueden mejorar significativamente su calidad de vida y función pulmonar en tan solo 6-12 meses, lo que presenta una nueva esperanza para estos enfermos.

García Aguilar también señala que el tabaquismo es, sin duda, el principal factor de riesgo para desarrollar EPOC, con un 70-90% de los diagnosticados teniendo antecedentes de tabaquismo. Asimismo, alerta sobre las nuevas formas de consumo de nicotina, como los cigarrillos electrónicos y el vapeo, que aunque se promocionan como alternativas menos dañinas, podrían agravar la EPOC en estos pacientes.

Los expertos advierten que los fumadores con EPOC tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer de pulmón en comparación con aquellos que no padecen la enfermedad. Esto se debe a la relación entre los mecanismos oxidativos y antioxidantes que están alterados en pacientes con enfermedades pulmonares crónicas.

Además de cáncer, estos pacientes son susceptibles a una serie de enfermedades graves, como patologías cardiovasculares, diabetes, obesidad y trastornos mentales, lo que subraya la necesidad de una intervención médica eficaz.

En conclusión, la EPOC es una enfermedad crónica progresiva que requiere un enfoque integral que no solo incluya broncodilatadores, sino también ejercicios físicos diarios y la significativa tarea de dejar de fumar. ¡La salud pulmonar es vital, y la detección temprana puede cambiar la vida de muchas personas!