Un alarmante 42 por ciento de los profesionales de la salud en España siente miedo al asumir la responsabilidad de extraer sangre a personas con VIH, mientras que un 32 por ciento considera que curar heridas en estos pacientes puede ser una tarea peligrosa. Estas cifras provienen de un estudio revelador realizado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y la Sociedad Clínica Europea del Sida (EACS).

La presentación de los resultados, en la que participaron 1.167 profesionales sanitarios españoles, fue llevada a cabo este lunes por la psicóloga Daniela Rojas y el médico Nacho Bernardino del Hospital La Paz. Durante el evento, celebrado con motivo del Día Mundial del Sida en el Ministerio de Sanidad, Rojas destacó la importancia del estudio: "Analizamos el conocimiento, las creencias y las actitudes hacia las personas con VIH, identificando áreas clave donde el estigma persiste y donde debemos implementar intervenciones efectivas".

Un dato preocupante es que solo el 43 por ciento de los encuestados manifestaron tener un conocimiento completo sobre conceptos críticos como 'indetectable es igual a intransmisible' o sobre las estrategias de profilaxis post-exposición (PEP) y pre-exposición (PrEP). Un 37 por ciento admitió tener ideas erróneas o una falta de certeza sobre estas herramientas vitales para la prevención y un 20 por ciento no estaba al tanto de estas estrategias esenciales.

Además, un 14 por ciento de los encuestados reportó el uso innecesario de guantes dobles, lo que evidencia la persistencia de prácticas basadas en el miedo más que en la evidencia científica. Bernardino añadió que un 35 por ciento mencionó que usaría guantes durante toda la consulta, sin importar si el procedimiento lo requería.

La investigación también reveló que un 20 por ciento de los profesionales indicaron haber observado que las personas con VIH recibían una calidad de atención inferior en comparación con otros pacientes. Más alarmante aún, el 21 por ciento afirmó haber presenciado una clara falta de disposición para atender a personas que viven con VIH. Rojas enfatizó en esta cuestión, señalando que un 25 por ciento de los encuestados reportó la divulgación del estado serológico de un paciente sin su consentimiento, una clara violación de sus derechos.

En términos de políticas contra la discriminación en el trabajo, el estudio mostró que el 49 por ciento de los participantes no sabían si estas políticas existían en sus centros, y un 33 por ciento aseguró que no había tales medidas. Rojas subrayó: "Estos resultados ponen de manifiesto la urgente necesidad de formación y sensibilización, así como cambios estructurales en las políticas de atención y en la lucha contra la discriminación".

Para abordar este desafío, los investigadores sugieren la implementación de una capacitación obligatoria y continua para todo el personal sanitario, centrada en conceptos clave. También abogan por establecer políticas claras de no discriminación y por la creación de campañas de sensibilización dirigidas al personal para fomentar una atención inclusiva y basada en los derechos humanos.

Este informe no solo revela la cruda realidad de la atención sanitaria que enfrentan las personas con VIH en España, sino que también es un llamado urgente a la acción. Erradicar el estigma no solo mejorará la calidad de la atención, sino que también es fundamental para cumplir con los compromisos internacionales en la lucha contra el VIH. La comunidad debe unirse para promover una atención sanitaria más empática y libre de prejuicios. ¡Es hora de hacer un cambio radical en nuestra perspectiva y en nuestra práctica!

El estigma hacia el VIH sigue siendo un problema en muchas partes del mundo, recordándonos que la educación y la empatía son la clave para avanzar. Es fundamental que la sociedad trabaje en conjunto para erradicar los mitos y prejuicios que rodean a esta enfermedad, garantizando así un futuro sin discriminación para las personas que viven con VIH.