En ciudades como Barcelona y Palma, únicamente el 10% de los pisos están por debajo del límite de 900 euros exigido para solicitar la ayuda del Bono Alquiler Joven.

Ante la creciente crisis habitacional y las masivas manifestaciones por el derecho a la vivienda, el Gobierno ha implementado este bono como una solución, pero los requisitos que establecieron al inicio parecen desfasados y poco prácticos en el contexto actual.

Además, se ha anunciado que el Gobierno obligará a las viviendas turísticas a obtener un código de identificación para poder estar listadas en plataformas como Airbnb, una medida que busca regular el sector y, a su vez, liberar más propiedades para el alquiler convencional.

La realidad es que el mercado inmobiliario ha experimentado un aumento incontrolable en los precios, lo que hace que una gran parte de la población joven se vea cada vez más excluida de poder acceder a una vivienda adecuada. Expertos sugieren que se revisen los criterios del Bono Alquiler Joven para que se ajusten a las condiciones actuales del mercado.