Cada vez son menos los jóvenes españoles que sueñan con cumplir 18 años para conseguir su permiso de conducir. Un alarmante estudio de EasyPark revela que el 83,2% de los jóvenes menores de 34 años experimenta estrés al conducir. Este problema se agrava entre menores de 24 años, donde la cifra asciende a un sorprendente 87,8%.

La experiencia de Paula: del miedo a la superación

Paula Martínez, quien a los 19 años aprobó su examen de conducción, pronto se encontró con un enemigo: el pánico al volante. A medida que practicaba más, su miedo por perder el control se intensificaba. "Me ponía muy nerviosa no saber qué estaba pasando. Recuerdo una vez que el coche pitaba porque no había quitado el freno de mano. Me bloqueé completamente y dejé de conducir por un tiempo", comparte Paula.

A sus 29 años, Paula decidió acudir a una psicóloga especializada. "Hace ocho años decidí que era hora de superar ese miedo a conducir. Quiero ser parte activa en los viajes y no un estorbo", dice con determinación. Gracias a las sesiones, ha aprendido a manejar el estrés, aunque aún le resta un desafío: conducir sola.

El temor colectivo: más que un problema individual

Paula no está sola en esta lucha. El estudio de EasyPark señala que el segundo motivo de estrés al volante es el aparcamiento en cuesta. Un alarmante 30,3% de las personas entre 25 y 35 años comparte esta ansiedad, y en jóvenes menores de 25, esta cifra se dispara al 52,8%. Además, un 44,4% de los menores de 24 teme la incorporación a la carretera.

"Tuve un episodio donde traté de adelantar un autobús y, en lugar de frenar ante un coche que venía, aceleré. Fue aterrador; sentí el corazón en la garganta y presión en el pecho", revela Paula.

María Luisa: otro rostro del miedo al volante

María Luisa Ortega, quien sacó su carnet a los 23 años, también enfrenta este desafío. Pospuso su examen no por pereza, sino por miedo. "Mi mente me decía que iba a causar un accidente, que no era capaz. Describirlo es complicado; simplemente no me atrevo a conducir y, desde 2016, solo lo he hecho unas diez veces", confiesa.

Con 32 años, María Luisa ha buscado enfrentar su angustia, pero solo pensar en el volante le provoca sudoraciones y ansiedad. Se siente frustrada, ya que se considera capaz de enfrentar desafíos, pero el miedo al conducir sigue siendo un adversario formidable.

La necesidad de apoyo y soluciones

Las historias de Paula y María Luisa destacan una tendencia preocupante: la ansiedad al conducir se convierte en un problema significativo entre los jóvenes españoles. Es crucial brindar apoyo psicológico y alternativas que ayuden a gestionar este fenómeno. Mientras que algunos logran superar sus temores, otros necesitan más tiempo y herramientas para enfrentar la carretera con seguridad.