En un giro sorpresivo de los acontecimientos políticos, el Partido Popular (PP) ha decidido aplazar la votación de una reforma crucial que convalida las penas de prisión de los presos de ETA que ya han cumplido sus condenas en otros países. Este cambio ha generado un gran revuelo en la arena política, especialmente entre los partidos opositores como Vox, que ha instado al PP a utilizar su mayoría en la Mesa del Senado para tramitar una enmienda presentada fuera de plazo. Esta enmienda tiene como objetivo evitar la excarcelación de los mencionados presos, lo que genera preocupación entre las víctimas del terrorismo y sus familias.

La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, ha denunciado lo que considera "una deriva del Gobierno" y ha hecho un llamado urgente al PP para que actúe de manera contundente. "Es una situación extraordinaria que exige medidas extraordinarias", ha afirmado Millán, haciendo eco de las preocupaciones de muchas familias de víctimas de ETA que ven la posibilidad de que estos terroristas sean liberados como una injusticia.

Por su parte, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha calificado de "error gravísimo" el apoyo de la oposición a la reforma que permitiría a los presos de ETA beneficiarse de penas cumplidas en el extranjero. El día 18 de septiembre, su propio partido, el PP, votó a favor de dicha reforma, lo que ha llevado a una tormenta de críticas y a la necesidad de retractarse públicamente.

El líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un acto de conciliación, contactó personalmente a las víctimas del terrorismo para disculparse y expresar su rechazo a cualquier maniobra política que favorezca a los terroristas. Esta respuesta ha pospuesto la votación que estaba programada para hoy en el Senado, donde el PP disfruta de una mayoría absoluta.

En una votación repleta de tensiones, el Senado dio el visto bueno a la propuesta de suspender el debate sobre el proyecto de ley por una mayoría significativa, con 143 votos a favor y 100 en contra. La portavoz del PP, Alicia García, exigió la modificación de la agenda y subrayó que se otorgaría más margen a los grupos políticos para reconsiderar sus posiciones respecto a esta delicada cuestión.

La situación sigue siendo volcánica en el panorama político español. El PP ha solicitado la eliminación de los artículos que respaldan la reforma que podría liberar a presos de ETA, pero esta acción ha sido desestimada por falta de apoyo de otros partidos.

Mientras tanto, a nivel nacional, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne con el Papa en el Vaticano con el objetivo de buscar soluciones pacíficas a los conflictos en Oriente Medio, lo que añade una dimensión internacional a las tensiones políticas internas.

En otro contexto, el Congreso también comenzará la tramitación de una ley para disolver la Fundación Francisco Franco, cumpliendo así una promesa de la Ley de Memoria Democrática, que busca hacer justicia y cerrar las heridas del pasado.

Este martes también se debatirá la posibilidad de reducir la tasa máxima de alcohol al volante, lo que ilustra la diversidad de temas abordados en la agenda política. La incertidumbre sobre cuándo se llevarán a cabo las primarias en Castilla y León sigue sin resolverse, generando más tensiones en el PSOE.

Finalmente, el Parlament de Cataluña abrirá la puerta a un nuevo debate sobre política general, un aspecto que promete dar mucho de qué hablar en los próximos días. Sin duda, la saga política de hoy tendrá repercusiones en el futuro cercano del país.