En una reveladora presentación del plan de seguridad del Gobierno realizada este martes, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, desveló impactantes detalles sobre los últimos movimientos del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, antes de su brutal asesinato el pasado domingo. Sorprendentemente, Arcos había acudido a una reunión sin escoltas ni chofer al poblado de Petaquillas, una zona conocida por estar bajo el control del temido grupo criminal Los Ardillos. Al ser cuestionado por los reporteros sobre la identidad de las personas con las que se reunió el alcalde, Harfuch no especificó más detalles, lo que ha aumentado las especulaciones sobre las circunstancias de su muerte.

El asesinato de Arcos ha dejado al país en estado de shock y ha puesto a prueba al nuevo Gobierno, que apenas había asumido funciones hace una semana. El cuerpo del alcalde fue encontrado desmembrado, con su cabeza colocada en el toldo de su camioneta. Esta escena macabra resalta el creciente empoderamiento de los grupos criminales en la región, representando uno de los desafíos más apremiantes para la administración de Claudia Sheinbaum. La presidenta, al intentar proteger a su administración de las críticas, enfatizó su apoyo incondicional a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, quien también es parte de su partido, Morena.

En una presentación que duró apenas 15 minutos, Harfuch delineó la nueva estrategia de seguridad del Gobierno, un plan que ya ha sido objeto de cobertura anticipada en varios medios. El secretario de Seguridad reveló que viajará a Culiacán en los próximos días para supervisar operaciones, mencionando que trabajarán en cuatro puntos clave: atacar las causas fundamentales de la violencia que ha asolado a México durante años, consolidar la Guardia Nacional, fortalecer las capacidades de investigación e inteligencia del Estado, y mejorar la coordinación con la Fiscalía General de la República y las corporaciones estatales.

El objetivo primordial de esta estrategia es alarmante: reducir los índices de asesinato y extorsión, así como neutralizar a los generadores de violencia y desarticular redes criminales en zonas con alta incidencia delictiva. Harfuch también habló de un 'Sistema Nacional de Inteligencia', que integrará los esfuerzos de inteligencia naval, militar y financiera, algo que ya ha suscitado diversas opiniones entre expertos en seguridad.

Curiosamente, aunque en las iniciativas previas se mencionaban hasta 12 zonas de especial atención, Harfuch decidió reducir ese número a seis: Guerrero, Baja California, Guanajuato, Sinaloa, Jalisco y Chihuahua. Este enfoque se justifica por la necesidad de prevenir delitos de alto impacto en comunidades alejadas de la realidad de las grandes ciudades, donde muchas familias carecen de acceso a policía local.

Harfuch hizo hincapié en sus años de experiencia al frente de la policía capitalina, indicando que las bases de su estrategia ya han probado su efectividad en Ciudad de México, donde se lograron reducir homicidios dolosos y delitos de alta peligrosidad. La presidenta Sheinbaum recordó el innovador programa ‘Barrio Adentro’, que implementaron en la capital, consistente en acercar las instituciones a las comunidades con mayores índices delictivos para atender de forma integral a las familias.

El plan de seguridad comenzará a aplicarse en Guanajuato primero, estado donde los niveles de homicidio son alarmantes y que actualmente está gobernado por la oposición. Sheinbaum no dejó de mencionar que Guanajuato es también una región severamente afectada por adicciones, aunque no proporcionó datos específicos que sustenten sus afirmaciones. Además, reveló que León, uno de sus municipios más emblemáticos, alberga la mayor cantidad de pobres en el país y que el salario medio en el estado es inferior al salario mínimo, evidenciando un modelo de desarrollo que ha fracasado. 'Necesitamos actuar de inmediato para abordar las causas de esta crisis', concluyó.