¡Impactante! La falta de interacción social afecta gravemente el bienestar emocional de los jóvenes en España
2024-11-25
Autor: Carmen
Un alarmante 40% de los jóvenes españoles de entre 18 y 29 años se sienten socialmente aislados, y un preocupante 36% sufre de malestar emocional. Este aislamiento y malestar están profundamente ligados a la llamada “falta de calle”, un fenómeno que refleja la dificultad de los jóvenes para reunirse físicamente con amigos fuera de entornos organizados. Ya no es común ver a grupos de jóvenes en plazas o bares; ahora, sus interacciones se limitan a acontecimientos como conciertos, boleras o noches en discotecas, espacios que requieren de un desembolso económico.
Joan M. Verd, del Centro de Estudios Sociológicos sobre la Vida Cotidiana y el Trabajo de la UAB, destaca la crítica relación entre la interacción social y el bienestar emocional de los jóvenes. Presentando un estudio reciente en el Fòrum 360 del Observatorio Social de La Caixa, Verd asegura que las interacciones cara a cara son clave para mitigar la percepción de soledad y promover vínculos de apoyo emocional. Sin embargo, esta interacción se ve condicionada por las circunstancias económicas.
“Interactuar viéndonos es caro”, expresa Verd, haciendo hincapié en que las dificultades económicas representan la mayor barrera en las relaciones personales de los jóvenes españoles, incluso por encima de factores como la edad o el género.
La privatización del ocio y la falta de espacios públicos han transformado los barrios obreros en meras localidades dormitorio, limitando las oportunidades de socialización. Si no hay lugares accesibles para interactuar, los jóvenes se ven obligados a establecer conexiones a través de Internet, lo que puede profundizar su sensación de soledad.
Los datos de una encuesta realizada a 3,000 jóvenes muestran claramente el impacto de la situación económica en la interacción juvenil. Casi el 47,3% de los encuestados que enfrentan dificultades económicas informan de un bajo nivel de interacción cara a cara, en comparación con solo un 20% de aquellos sin problemas financieros.
Aunque la economía familiar también afecta la interacción online, el impacto es menos severo. Un 40% de los jóvenes con dificultades económicas indican un bajo nivel de conexión en línea, mientras que en los que no enfrentan problemas de dinero, esta cifra se reduce al 26%.
Este estudio revela que las interacciones online y presenciales son complementarias. Aquellos que logran equilibrar ambas formas de socialización reportan en general una sensación de menor soledad y un mejor estado emocional. Las combinaciones más efectivas incluyen altos niveles de contacto cara a cara junto con interacción online, especialmente entre los más jóvenes.
Un hallazgo interesante también indica que, para los hombres, una baja interacción presencial puede ser compensada con una mayor actividad en línea. Sin embargo, las mujeres parecen necesitar más de esos encuentros físicos, evidenciando la diversidad en las necesidades emocionales entre géneros.
El peor escenario para el bienestar joven ocurre cuando hay escasas relaciones tanto cara a cara como en línea, correlacionándose con mayores dificultades para acceder a apoyo emocional y recursos. La necesidad de apoyo, ya sea para encontrar empleo o simplemente para conversar, está directamente relacionada con la calidad de las interacciones presenciales.
Los datos también sugieren variaciones en la necesidad de interacción a medida que los jóvenes envejecen. Los jóvenes de 20 a 24 años son los que más tiempo dedican a encuentros cara a cara, mientras que aquellos de 25 a 29 tienden a reducir este tiempo, mostrando un descenso notable en su bienestar emocional.
De acuerdo con el estudio, los jóvenes de 18 a 19 años son los más afectados por la falta de relaciones personales, y su bienestar emocional mejora notablemente cuando combinan altas tasas de interacción presencial con buena actividad en línea.
Promediando, los jóvenes dedican 11.9 horas semanales al contacto en línea y solo 9.73 horas a interacciones cara a cara, lo que expresa un cambio significativo en la dinámica social actual. Sin embargo, un 25% de los encuestados solo destina 3 horas a interactuar en ambas modalidades, lo que pone de relieve la urgencia de fomentar espacios y oportunidades de socialización para este grupo. ¡Es un llamado a la acción para las instituciones y la sociedad! Los jóvenes merecen un ambiente donde puedan reencontrar el valor de la conexión humana.