El desfile del 12 de octubre ha estado marcado por la intensa lluvia, un fenómeno meteorológico que ha cambiado drásticamente la dinámica de este emblemático evento. Este año, la celebración de la Fiesta Nacional ha sido considerablemente más breve y sencilla, en respuesta a las condiciones climáticas adversas. Sin embargo, a pesar de los contratiempos, la ceremonia tuvo momentos memorables, especialmente gracias a la presencia de la Princesa Leonor.

La joven princesa, quien se trasladó desde la Escuela Naval Militar de Marín, ha dado un paso destacado en su formación militar al lucir su nuevo uniforme de gala de la Armada. A diferencia del año pasado, cuando hizo su debut como dama cadete en la Academia Militar de Zaragoza, este año se ha presentado con una impresionante vestimenta apropiada para su rol actual como estudiante de primer curso. Su elección de uniforme ha dejado a todos boquiabiertos.

El uniforme, conocido como el de 'catorce botones', está compuesto por una chaqueta ajustada en azul turquesa y pantalones a juego, confeccionados en un tejido de sarga que le otorga un aire de elegancia. Esta vez, la princesa optó por el azul, el cual es más común en días fríos como el que se vivió durante la celebración.

Leonor complementó su uniforme con un gorro blanco y azul, cordones dorados, una camisa de manga larga blanca con cuello semirrígido, guantes blancos, una faja de raso negro y calcetines oscuros, además de unos clásicos zapatos negros. Pero lo que verdaderamente destacó fue su corbata, que al igual que la de su padre, luce la insignia de la Orden del Toisón de Oro, un símbolo de grandeza y distinción.

Además de su uniforme, la princesa mostró con orgullo varias condecoraciones que ha recibido a lo largo de su vida, como la banda de seda celeste de la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, un reconocimiento que se otorga a quienes han llevado a cabo actos significativos en beneficio de España y la Corona. Esta distinción fue otorgada durante su cumpleaños el año pasado, cuando juró la Constitución ante las Cortes Generales. Junto a esta banda, Leonor también llevaba la cruz de la Orden de Carlos III y la cruz de la Orden del Mérito Militar, esta última recibida el verano pasado tras su nombramiento como dama alférez cadete del Ejército de Tierra.

Sin duda, la Princesa Leonor no solo ha dejado una huella significativa en el desfile, sino que también representa una nueva generación de líderes en la familia real española, mostrando compromiso y dedicación hacia su entorno y su país. Su impresionante aparición en el desfile ha generado una oleada de comentarios y admiración en las redes sociales, consolidando su lugar como un ícono de la modernidad en la monarquía española.