El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a enviar multas a los promotores de los conciertos realizados en el icónico Estadio Santiago Bernabéu. Estas sanciones pueden alcanzar cifras astronómicas de hasta 280.000 euros, lo que ha dejado atónitos a los organizadores de los eventos. Según un productor que ha hablado con este medio, la cifra es "desproporcionada" y se quejan de la falta de claridad sobre los criterios de sanción. Desde abril de este año, se han celebrado 16 conciertos, todos superando el límite de ruido permitido.

Las multas han sido impuestas por el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, relacionadas con la normativa de ruido, que afecta tanto a la jornada del concierto como a los ensayos previos. Este hecho ha despertado preocupación en el sector del espectáculo, dado que los importes varían significativamente, aunque todas las infracciones son por la misma razón.

Desde 2011, este tipo de sanciones están reguladas en la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica. El rango de multas oscila entre 600 y 300.000 euros, basándose en la gravedad de la infracción al respecto de los niveles de ruido establecidos.

Por ejemplo, la multa impuesta al concierto de Manu Carrasco asciende a 125.000 euros, mientras que para el famoso artista de trap Duki, la multa es casi de 280.000 euros, desglosada en 129.000 euros por los ensayos y 148.000 euros por el día del concierto. Otras sanciones han sido de menos de 30.000 euros, pero hay inquietud sobre los criterios aplicados en cada caso.

La normativa estipula que el volumen durante la noche (19:00 a 23:00) no debe exceder los 58 decibelios (dB), mientras que durante el día el límite se eleva a 63 dB. No obstante, en el concierto de Alejandro Sanz el 12 de mayo, se registraron niveles alarmantes de hasta 86 dB, multiplicando por diez el límite permitido.

El delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, aseguró que las sanciones se imponerían de acuerdo a los reportes de la Policía Municipal, afirmando que "habrá sanciones para cada uno de los conciertos". Esto se repitió antes del concierto de Taylor Swift, que agregó más tensión al ambiente.

La situación ha suscitado una fuerte lucha vecinal, ya que los residentes han demandado acciones ante las molestias causadas por el ruido, la suciedad y el caos del tráfico generado por los eventos. La Asociación de Perjudicados por el Bernabéu presentó una denuncia contra el director general del Real Madrid, haciendo presión al club, que finalmente decidió retrasar todos los conciertos planeados tras septiembre.

A pesar de que el Ayuntamiento reconoció que se estaba excediendo el límite de ruido y que se impondrían sanciones, nunca ordenó la cancelación de los conciertos. En su lugar, se plantearon medidas para mitigar las molestias, como limitar los eventos anuales a 20. Además, el club se comprometió a llevar a cabo obras de insonorización que podrían tardar varios meses.

La controversia sigue creciendo, y la comunidad espera ver cómo se resuelve este conflicto entre entretenimiento y bienestar ciudadano, mientras los artistas y promotores temen por el futuro de sus eventos en el renombrado estadio.