¡Impactante! Un grupo de astrofísicos desafía la teoría de agujeros negros de Kerr y revela secretos inesperados
2024-11-17
Autor: Carlos
Los agujeros negros, esas misteriosas y fascinantes entidades cósmicas, siguen sorprendiendo a los científicos. Aunque se consideran los objetos más enigmáticos del universo, y compiten por la atención con estrellas de neutrones y quarks, la ciencia avanza y nos revela cada vez más sobre ellos. Pero, ¿qué es en realidad un agujero negro? En términos simples, un agujero negro es una región en el espacio con una gravedad tan intensa que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de ella.
Existen diferentes tipos de agujeros negros, pero los más estudiados son los agujeros negros cósmicos, que se forman a partir del colapso de estrellas masivas. El destino de una estrella depende de su masa: las menos masivas se convierten en enanas blancas, mientras que las más masivas pueden transformarse en agujeros negros, entre otros.
En 1963, Roy Kerr, un matemático de Nueva Zelanda, propuso la solución de Kerr, que describe un agujero negro en rotación. Hasta entonces, los físicos solo disponían de la solución de Karl Schwarzschild, que describe un agujero negro estático. La teoría de Kerr se aceptó rápidamente por su mayor realismo, al incluir la rotación de los agujeros negros, una característica observable en otros cuerpos celestes.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por astrofísicos italianos, checos, daneses y neozelandeses desafía la teoría de Kerr. Publicado en la revista Physical Review Letters, el equipo argumenta que el horizonte interior de un agujero negro no puede albergar energía infinita. Según su visión, en algún punto del desarrollo de un agujero negro, la energía acumulada alcanzará un límite que lo hará inestable.
La implicación más inquietante de esta teoría es que los agujeros negros que consumen materia no pueden existir para siempre. Eventualmente, la energía que se acoplará en su interior los llevará a la desestabilización. Esta afirmación contradice observaciones previas, ya que se han detectado agujeros negros que han estado 'devorando' materia durante miles de millones de años, como el agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia M87, que tiene aproximadamente 13,000 millones de años.
Este giro inesperado en nuestra comprensión de los agujeros negros plantea nuevas preguntas sobre la naturaleza del cosmos. Mientras los astrofísicos continúan su investigación, uno se pregunta: ¿qué otros misterios nos esperan en las profundidades del espacio? La exploración cósmica sigue siendo un terreno fértil para el descubrimiento, y los agujeros negros pueden ser solo el inicio de un viaje aún más asombroso.