Ross Gerber, presidente y CEO de Gerber Kawasaki Wealth & Investment Management, ha sido un inversor de Tesla desde sus inicios, pero su más reciente pronóstico ha sacudido el mercado. Este reconocido analista advirtió en febrero de 2025 que las acciones de Tesla podrían caer un 50% durante ese año. Este vaticinio ha demostrado ser bastante preciso hasta ahora, ya que en lo que va de 2025, el precio de las acciones ha disminuido un 31% desde que emitió su advertencia.

Antes de su declaración, las acciones ya eran objeto de desconfianza, pero Gerber se mantuvo firme en su análisis, asegurando que no anticipaba un repunte en el valor de las acciones para el resto del año. Actualmente, expresa que no ve señales de recuperación inminente.

Gerber es ampliamente conocido en el mundo financiero por su capacidad para detectar tendencias y su firma gestiona alrededor de 3,000 millones de dólares en activos. A pesar de haber sido un fervoroso defensor de Tesla en su trayectoria, ha reducido drásticamente su exposición a la compañía. En 2024, vendió el 31% de su participación en Tesla, lo que dejó su tenencia en 262,000 acciones, valoradas en más de 106 millones de dólares a finales de ese año. Sin embargo, las acciones han decrecido un impactante 48% desde alcanzar su máximo a mediados de diciembre de 2024.

Aunque las acciones han caído, Gerber sostiene que todavía no son lo suficientemente atractivas para reinvertir. La preocupación de los inversores gira en torno a la capacidad de Tesla para mantener su tasa de crecimiento sostenido, algo que se vuelve crucial. La predicción de Gerber es clara: la empresa necesita reportar ganancias más robustas para que el precio de sus acciones mejore. Si lograra alcanzar ganancias de 5 dólares por acción con un múltiplo de 50, el precio podría alcanzar los 250 dólares, pero actualmente es incierto cómo lograr esa métrica.

En 2024, las ganancias de Tesla cayeron un 52%, y para 2025 se estima un ingreso de solo $2.75 por acción, cifra que Gerber considera inadecuada. La situación se complica más con el creciente papel político de Elon Musk, que ha atraído críticas por algunas de sus posturas, incluyendo su apoyo a Donald Trump que, según Gerber, podría ahuyentar a ciertos clientes.

Además, Musk ha estado involucrado en otros proyectos como SpaceX y la criptomoneda DOGE. Gerber cree que tal diversificación podría estar afectando la atención y el enfoque necesarios que Tesla requiere para prosperar. La valoración de Tesla sigue siendo considerablemente alta en comparación con otros competidores: las acciones actualmente cotizan a un múltiplo impresionante de 65 veces sus ganancias, mientras que el S&P 500 se encuentra a un nivel mucho más razonable.

Como punto de comparación, Nvidia, que tiene un ritmo de crecimiento previsto del 75% este año, hace que su múltiplo de ganancias de 20 veces parezca más atractivo para los inversores. Por último, otro desafío que enfrenta Tesla es el mercado de vehículos usados, donde sus automóviles, conocidos por su durabilidad, dificultan la renovación de los mismos por parte de los clientes, creando un fenómeno similar al “problema de Apple”: los clientes no tienen el incentivo de adquirir nuevos modelos con frecuencia. ¿Podrá Tesla recuperarse ante tantos desafíos? La incertidumbre persiste.