Incrementar las coberturas de vacunación es uno de los desafíos más críticos en salud pública, tanto en Europa como en España. Un reciente informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) destaca que la situación aún es preocupante, con solo dos países de la UE superando el 75% de vacunación antigripal entre las personas mayores de 65 años, y ninguno alcanzando el 70% en vacunación contra COVID-19.

En España, el objetivo de vacunación establecido por la Ponencia de Vacunas es del 75% para mayores de 65 años y profesionales de la salud, y del 60% para embarazadas y otros grupos de riesgo. Sin embargo, el último informe mostró que solo el 74% de los mayores de 75 años logró la vacunación en la temporada anterior, mientras que las embarazadas alcanzan apenas un 58% y los profesionales sanitarios, un alarmante 44%.

Antoni Trilla, profesor en la Universidad de Barcelona, advierte que las estadísticas son desiguales y la cobertura en poblaciones con factores de riesgo es bastante baja. Según expertos como Ángel Gil, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, no hay signos de que estas tasas vayan a mejorar. "Hemos estado insistiendo durante años sin éxito", señala.

Estrategias en las Comunidades Autónomas

Las comunidades autónomas (CCAA) están implementando estrategias similares, priorizando la vacunación en grupos de riesgo. En Madrid, la vacunación ha adoptado un enfoque escalonado, comenzando en residencias, donde la cobertura puede alcanzar hasta el 90%.

En Cataluña, se observa un patrón similar, con vacunación enfocada primero en residencias y poblaciones mayores. Sin embargo, el personal sanitario de estas residencias también presenta cifras de vacunación insuficientes.

En la Comunidad Valenciana, la aceptación de la vacunación infantil ha sido baja, y se subraya que es necesario cambiar la mentalidad sobre la vacunación en centros educativos. La implementación de unidades de asistencia a residencias ha demostrado ser efectiva, con profesionales de salud que se desplazan a vacunar tanto a residentes como a personal sanitario.

Los expertos enfatizan la importancia de la comunicación mediática para aumentar la conciencia sobre la vacunación antigripal y la colaboración entre los profesionales de la salud para mejorar estos índices.

Vacunación Combinada de Gripe y COVID-19

La protección a través de la vacunación es crucial. La gripe, la COVID-19 y el virus respiratorio sincitial (VRS) son impredecibles y su impacto puede variar cada temporada. Los datos de la temporada anterior muestran que la gripe predominó en atención primaria, mientras que las hospitalizaciones fueron más altas por COVID-19 y VRS.

Los expertos sugieren que se revisen las políticas sobre la vacunación combinada de gripe y COVID-19. Aunque esta estrategia es conveniente, podría desincentivar la vacunación COVID-19, ya que muchas personas se vacunan contra la gripe pero evitan la vacuna COVID-19. En la última temporada, solo un tercio de la población se vacunó contra ambos virus.

Incentivos para la Vacunación

La ‘IV Encuesta de Opinión y Percepción de la Sociedad Española sobre la Gripe’ indicó que la mitad de las personas no vacunadas no recibió ninguna recomendación al respecto. Para abordar esto, en Castilla y León se ha implementado un objetivo de vacunación para el personal sanitario, vinculado a incentivos económicos.

Cataluña y Madrid también están premiando a los centros de atención primaria y equipos de salud que logran cubrir un porcentaje específico de vacunación. En el ámbito internacional, países como el Reino Unido y Australia han establecido incentivos atractivos para fomentar la vacunación.

Los expertos están debatendo la viabilidad de implementar políticas de incentivos similares en España. Por ejemplo, se plantea la posibilidad de un consentimiento informado para pacientes atendidos por médicos no vacunados, dejando a la responsabilidad de los líderes de equipo la exigencia de vacunación.

Vacunas de Inmunogenicidad Aumentada

La vacunación en mayores de 60 años es prioritaria, y las vacunas de inmunogenicidad aumentada, que incluyen adyuvadas y de alta carga, ofrecen una mayor protección. El ECDC ha señalado la importancia de estas vacunas para la prevención de enfermedades en personas mayores.

En España, todas las CCAA están considerando el uso de estas vacunas. Aunque la administración a grupos mayores de 80 años es común, algunos lugares también recomiendan su uso a partir de los 60 años.

Plan de Invierno

El Ministerio de Sanidad está elaborando un plan para afrontar la temporada 2024-25, que incluye medidas como el uso de mascarillas en momentos de alto riesgo. No obstante, este plan aún está pendiente de discusión, y los expertos piden reforzar la comunicación y los registros de vacunación para identificar áreas de mejora. La preparación y ejecución de un plan integral será fundamental para enfrentar futuros desafíos en salud pública y garantizar la protección de la población.