Las enfermedades neurológicas se han convertido en una preocupación de salud pública en España, afectando a entre 21 y 23 millones de personas, lo que representa un 18% más que la media global. Este alarmante dato ha sido revelado en el informe presentado por la Sociedad Española de Neurología (SEN) durante su LXXVI Reunión Anual, donde se abordó el impacto sociosanitario de estas enfermedades en el país.

Más inquietante es que estas patologías no solo afectan a la población de mayor edad, sino que también se están diagnosticando en personas jóvenes. De hecho, enfermedades como la esclerosis múltiple y la epilepsia son cada vez más comunes en grupos etarios menores, lo que genera un impacto significativo en la calidad de vida y en las capacidades económicas y laborales de quienes las padecen. Alarmantemente, las mujeres presentan una mayor prevalencia de estos trastornos en todas las etapas de la vida.

Un estudio de la prestigiosa revista científica The Lancet afirma que las enfermedades neurológicas son la principal causa de discapacidad a nivel global y la segunda causa de mortalidad. Estos trastornos no solo acarrean un alto coste económico, sino que también ven incrementada su incidencia en un contexto de crecimiento de la esperanza de vida en el mundo.

El Dr. Jesús Porta-Etessam, presidente de la SEN, subraya la gravedad de la situación: “La tendencia creciente en la prevalencia de estas enfermedades se debe en parte a la composición demográfica de España, donde hay una alta esperanza de vida”. Agrega que trastornos como el ictus, la enfermedad de Alzheimer, las demencias, y otros relacionados con el envejecimiento están en aumento, lo que representa un desafío tanto para la atención médica como para la sociedad en general.

El informe revela que las enfermedades neurológicas representan el 19% de las muertes en España, con un impacto notable en las mujeres (23,5%) en comparación con los hombres (14,5%). Mientras que la mortalidad por ictus ha visto mejoras gracias a nuevos tratamientos, otros trastornos, en especial los relacionados con demencias, siguen mostrando un aumento que exige atención urgente.

En 2022, las enfermedades neurológicas fueron la causa más común en los casos de eutanasia, con 260 fallecimientos registrados. Un 42% de esas personas padecían ELA, lo que pone de manifiesto la necesidad de abordar de manera proactiva estos trastornos.

A medida que la población envejece y el número de personas afectadas por enfermedades neurológicas aumenta, se hace indispensable la implementación de estrategias de salud pública que no solo aborden la prevención, sino también el diagnóstico precoz y el acceso a tratamientos efectivos. La SEN aboga por programas de salud vascular y cognitiva, así como para la formación del personal sanitario y de la población en general.

En definitiva, el creciente impacto de las enfermedades neurológicas en España requiere una respuesta coordinada y efectiva de las autoridades y la sociedad para mitigar su efecto devastador en la calidad de vida de millones de personas.