¡Increíble! Descubren una Isla Tropical 'Congelada en el Tiempo' en el Atlántico que Revela Secretos de la Tierra
2025-04-19
Autor: José
Un Viaje al Pasado Geológico
Un fascinante hallazgo en el fondo del océano Atlántico ha dejado boquiabiertos a los científicos: una antigua isla tropical, congelada en el tiempo, que existió hace 45 millones de años. Un equipo de investigación, encabezado por el geólogo marino Bramley Murton del Centro Oceanográfico Nacional de Southampton, junto con el investigador Luigi Jovane de la Universidad de São Paulo, ha desenterrado pistas que podrían cambiar nuestra comprensión de la transformación del planeta.
La Expedición Reveladora
La expedición, llevada a cabo en 2018, resultó en un descubrimiento sorprendente: rocas inusuales en el fondo marino del Río Grande Rise. Utilizando un sumergible de alta tecnología, encontraron capas de arcilla roja a 650 metros de profundidad, un indicio revelador de que estaban ante los vestigios de una isla tropical.
Un Clamor del Pasado
Este tipo de sedimento es característico de regiones cálidas y húmedas de tierra firme, no del océano. Así, los investigadores concluyeron que estaban ante una isla que, en un momento de la historia geológica, se alzó por encima de las aguas. Se estima que esta isla tenía un tamaño comparable al de Islandia.
El Poder de la Actividad Volcánica
De acuerdo con los científicos, esta tierra emergida surgió hace aproximadamente 80 millones de años debido a un penacho del manto terrestre que desencadenó intensa actividad volcánica en la región. Los análisis de muestras recogidas mostraron una fascinante combinación de arcillas rojas intercaladas con capas de lava de 45 millones de años, solidificando la prueba de que esta isla fue una realidad vibrante.
Conclusiones que Marcan el Futuro
Este descubrimiento no solo aporta información sobre el pasado de la Tierra, sino que también abre nuevas hipótesis sobre su transformación a lo largo del tiempo. ¿Qué otras sorpresas oculta el océano? La ciencia continúa su búsqueda incesante, y este hallazgo podría ser clave para entender mejor nuestro planeta.