En un hallazgo que ha revolucionado la paleoantropología, un equipo de investigadores encontró en Kenia, en 2021, evidencia de la coexistencia de dos especies humanas hace 1,5 millones de años. Buscando fósiles humanos en antiguos sedimentos, el equipo descubrió no solo una huella de una gigantesca cigüeña prehistórica, sino, sorprendentemente, también una huella que parecía humanoide.

El equipo, liderado por la renombrada paleoantropóloga Louise Leakey, ha estado trabajando arduamente en este sitio desde su descubrimiento. En 2022, tras la llegada de expertos en locomoción, se desenterraron más huellas paralelas, lo que llevó a la conclusión de que el Homo erectus y el Paranthropus boisei habitaron la misma región prácticamente al mismo tiempo. Según Kevin Hatala, coautor del estudio publicado en la prestigiosa revista Science, las pisadas se dejaron en un intervalo de horas o días. "Este hallazgo plantea numerosas preguntas sobre la interacción y competencia entre estas especies", afirmó Hatala.

Hace 1,5 millones de años, la diversidad en especies humanas era notable. En África, existían al menos seis especies diferentes. El Homo erectus, con una fisiología similar a la nuestra, ya había llegado a Asia, mientras que el Paranthropus boisei, con adaptaciones alimenticias para una dieta herbívora, competía en el mismo ecosistema. Este último tenía un complejo sistema de masticación, con mandíbulas poderosas adecuadas para procesar vegetales duros.

Leakey destaca que, por primera vez, se han encontrado evidencias de que estos homínidos diferentes caminaron sobre la misma tierra. El análisis de estas huellas incluye el uso de tecnología de escaneo 3D, permitiendo comparaciones con las huellas actuales de Homo sapiens. Esto indica que una de las pisadas correspondía al Homo erectus, mientras que las otras eran del Paranthropus boisei.

Ambas especies compartieron el paisaje africano durante aproximadamente 100.000 años, coexistiendo antes de que el Paranthropus boisei se extinguiera hace un millón de años debido a cambios climáticos que dañaron su hábitat y recursos. A diferencia de esto, el Homo erectus se convertiría en un ancestro directo de los Homo sapiens, quienes emergieron en África hace aproximadamente 200,000 años.

Este descubrimiento ha reavivado debates en torno a la evolución humana, incluyendo las interacciones entre los neandertales y nuestros ancestros, que se cree que absorbieron a estos homínidos durante su expansión por Europa. Un estudio reciente sugiere que llevamos ADN neandertal en nuestro genoma, corroborando teorías de mezcla inter-especies.

Las huellas encontradas en la cuenca del lago Turkana en el norte de Kenia sugieren que estas especies no solo cohabitaron, sino que también podrían haber compartido recursos y experiencias. El equipo de Leakey continúa investigando, explorando más huellas e indagando en cómo estas interacciones moldearon el curso de la evolución humana.

El mundo está ansioso por saber más: ¿Qué otros secretos guardan estas huellas milenarias? ¿Podría haber más especies humanas sin descubrir? La ciencia avanza, y cada nuevo hallazgo podría cambiar nuestra comprensión de la historia de la humanidad para siempre. ¡Mantente alerta para más actualizaciones sobre este fascinante tema!