El reciente informe del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) revela una notable disminución de los casos de VIH en Galicia, un logro impresionante que se ha ido consolidando a lo largo de las últimas dos décadas. Sorprendentemente, el número de nuevas infecciones ha caído un 45%, aunque el reto sigue siendo la prevención y diagnóstico en la población, especialmente en grupos de edad avanzados.

Rogelio Lama, un renombrado especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, señala que a pesar de la reducción, es difícil bajar de los cien casos anuales debido a comportamientos de riesgo asociados con la transmisión del virus. "Una gran parte de las nuevas infecciones está relacionada con prácticas sexuales de alto riesgo", apunta.

Los retos no acaban ahí: casi el 50% de las infecciones se diagnostican en una fase avanzada, lo que demuestra que aún hay un camino que recorrer. Reconoce que muchas personas portadoras del virus no muestran síntomas, lo cual complica el diagnóstico oportuno. Por eso, se están implementando estrategias innovadoras, como ofrecer pruebas de VIH en situaciones de urgencia para aquellos que buscan atención por otras razones de salud.

Alarmantemente, el diagnóstico tardío supera el 60% entre los mayores de 50 años, con una transmisión significativa ocurriendo a través de relaciones heterosexuales. Esto plantea una pregunta crucial: ¿existe un estigma persistente que dificulta la detección del VIH? Lama responde que muchas personas heterosexuales, especialmente las mayores, creen que están a salvo de esta infección, lo que complica el diagnóstico y la implementación de programas de prevención.

En Galicia, se estima que alrededor del 7% de los infectados no han sido diagnosticados. Gracias a algunos programas específicos, como el de urgencias, se están realizando avances en la identificación de nuevos casos. Por ejemplo, detectar una infección por herpes zóster en una persona de cierta edad puede servir como un indicativo para recomendar la prueba de VIH.

En cuanto a la diversidad del perfil de las personas infectadas, el informe indica que, en España, casi la mitad de los nuevos casos corresponden a personas nacidas en otros países. En Galicia, este porcentaje es de aproximadamente el 20-25%. Aunque el acceso a diagnóstico y tratamiento es más favorable aquí, la comunidad sigue enfrentando desafíos.

Con la mirada puesta en 2030, las autoridades sanitarias tienen el ambicioso objetivo de erradicar los nuevos casos de sida y reducir a mínimos las nuevas infecciones por VIH. ¿Qué medidas se están llevando a cabo para lograrlo? La mayor transformación ha sido iniciar el tratamiento a todas las personas diagnosticadas, independientemente de su nivel de pérdida inmunológica. Esto reduce drásticamente la posibilidad de transmisión del virus.

Además, el informe del CNE evidencia que la incidencia de sida ha descendido bruscamente. Con solo cuatro o cinco casos anuales en Galicia, el impacto de los antirretrovirales ha cambiado por completo el panorama.

Aparte de los tratamientos ya establecidos, como la profilaxis preexposición (PrEP), que previene el VIH especialmente en colectivos con prácticas sexuales de riesgo, el futuro parece prometedor. Con la adopción de antirretrovirales de larga duración en el horizonte, la vida de los pacientes con VIH podría volverse mucho más llevadera, permitiéndoles llevar una existencia casi normal.

La investigación continúa avanzando, y el foco ahora está en mejorar la calidad de vida de las personas infectadas, acercándose a un modelo de vida comparable al de la población general. ¡Galicia está haciendo historia en la lucha contra el VIH, y el futuro se ve más brillante que nunca!