Un hombre ha presentado una sorprendente demanda al Servicio Andaluz de Salud (SAS), buscando una indemnización de 165.000 euros, al considerar que la operación quirúrgica a la que fue sometido para tratar su disfunción eréctil fue un fracaso, ya que no logró que su pene alcanzara los 17 centímetros deseados tras la implantación de una prótesis.

El paciente ha llevado su reclamación ante el Consejo Consultivo de Andalucía (CCA), que tiene su sede en Granada, y que ha emitido un informe que rechaza las pretensiones del demandante. Según este dictamen, al que tuvo acceso EFE, la atención médica al paciente comenzó en diciembre de 2016. En esa primera intervención, realizada en el hospital Clínico San Cecilio de Granada, se le implantó una prótesis hinchable de pene, aunque el hombre regresó al quirófano cuatro años más tarde.

La queja principal del hombre se centra en que no estaba satisfecho con el ‘tamaño del pene tras la erección’. Tras la segunda operación, alegó que la prótesis no funcionaba adecuadamente ni cumplía con sus expectativas de tamaño. En su defensa, presentó un informe señalando un "evidente mal funcionamiento" de la prótesis y solicitó como 'única solución' la colocación de un nuevo dispositivo.

Un experto en urología del hospital revisó el caso y determinó que la prótesis estaba en perfecto estado de funcionamiento, respaldado por una resonancia magnética. Además, el especialista indicó que el motivo real de la segunda intervención del paciente era su insatisfacción con el tamaño del pene post-erección, así como dificultades en el manejo de la prótesis.

El Consejo Consultivo ha concluido que el actuar médico fue correcto y que el paciente había dado su consentimiento informado para la operación. En el informe se destaca que la función de la prótesis es lograr la erección y no aumentar la longitud del pene, como el demandante parece haber malinterpretado. También se menciona que se le proporcionaron explicaciones gráficas para ilustrar la diferencia entre la longitud de la prótesis y su efecto real en el pene del hombre.

En un giro inesperado, este caso ha generado mucha controversia en redes sociales, con usuarios compartiendo sus opiniones, desde la risa hasta la incredulidad, sobre las expectativas que algunas personas pueden tener respecto a las cirugías estéticas y funcionales. Muchos se preguntan si esta demanda es un indicativo de una cultura donde la imagen personal y la satisfacción sexual están en una constante comparación con estándares imposibles.