Ciencia

¡Increíble! La batalla entre científicos por la ciudad oculta bajo las pirámides de Giza

2025-03-26

Autor: Carmen

En una polémica reciente, el renombrado egiptólogo Zahi Hawass ha encendido el debate mundial tras sus afirmaciones desde Dubái. Hawass desmintió la existencia de columnas subterráneas bajo la pirámide de Kefrén, generando una ola de críticas por parte de sus colegas. Sin embargo, sus declaraciones carecen de fundamento sólido, ya que hacen caso omiso del trabajo innovador realizado por los investigadores del Proyecto Kefrén en Bolonia, Italia.

En una entrevista exclusiva con CNN, Hawass no dudó en afirmar que el estudio presentado “no tiene ninguna base científica” y aseguró que “no hay misiones operando en la pirámide del rey Kefrén”. Si bien el Consejo Supremo de Antigüedades no ha autorizado investigaciones en la pirámide, sus descalificaciones parecen ser una reacción defensiva a las sorprendentes revelaciones que han surgido de este proyecto, las cuales han despertado el interés de la comunidad científica global.

El equipo detrás del Proyecto Kefrén, que incluye al experto en radar y teledetección Filippo Biondi y el profesor Corrado Malanga, ha empleado una técnica de vanguardia conocida como Radar de Apertura Sintética (SAR). Esta metodología combina datos del radar satelital Capella y la tomografía Doppler para examinar las sutiles vibraciones en la pirámide, provocadas por ondas sísmicas. Gracias a este innovador análisis, los investigadores han podido "visualizar" el interior de la estructura y generar imágenes detalladas sin necesidad de excavar.

Lo que sorprende es que Hawass no había cuestionado estudios anteriores que utilizaban tecnologías similares, como el proyecto Scan Pyramids, el cual ayudó a localizar oquedades en la Gran Pirámide. Sin embargo, su postura ha cambiado notablemente cuando los hallazgos del Proyecto Kefrén han desafiado su interpretación oficial de la historia egipcia. Este desconcierto plantea interrogantes sobre los criterios que utiliza para juzgar los estudios científicos.

La insistencia de Hawass en atribuir la construcción de las grandes pirámides exclusivamente a los egipcios de la IV Dinastía está siendo contrarrestada por los recientes descubrimientos, que sugieren la posibilidad de estructuras naturales o técnicas constructivas que todavía no comprendemos del todo. Este debate no es nuevo; en 1986, una prueba de microgravedad realizada por científicos franceses reveló anomalías en el interior de la Gran Pirámide, lo que podría indicar la existencia de un complejo sistema de túneles.

El atractivo visual de las tomografías obtenidas hace que la posibilidad de que estas no sean estructuras naturales sea difícil de aceptar, como se ilustra en un reciente video de divulgación.

En otro giro sorprendente, arqueólogos japoneses y egipcios han descubierto en 2024 dos estructuras subterráneas cerca de la Gran Pirámide, empleando técnicas de radar de penetración terrestre y tomografía de resistividad eléctrica. Estas estructuras, que se han mantenido intactas durante más de 4,000 años, añaden un nuevo nivel de misterio a la rica historia de la meseta de Giza.

A diferencia de otros hallazgos, los resultados del Proyecto Kefrén aún no han sido publicados en revistas científicas. Durante una conferencia ante más de 900 asistentes en el Castillo de San Pietro Terme, en Bolonia, los hallazgos fueron presentados como la revelación del Amenti o el Duat, conceptos que se refieren al inframundo en la cosmología de los antiguos egipcios. Sin duda, la exploración de estas ciudades ocultas bajo las pirámides de Giza abrirá nuevas puertas en nuestra comprensión de la historia antigua.