Desde la invasión de Ucrania por Rusia, hemos sido testigos de cómo los precios del petróleo han caído, mientras que los precios de la gasolina y el diésel siguen en aumento. Pero, ¿es realmente el mercado el culpable de esta cadena interminable de incrementos o hay otros factores en juego?

¿Qué es el Poder de Mercado?

El término "poder de mercado" se refiere a la capacidad que tienen ciertas empresas o conglomerados de influir en los precios y la producción de bienes específicos. En el mundo del petróleo, la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) es un claro ejemplo de esto, ya que históricamente ha manipulado la producción para alterar los precios a su favor.

Incertidumbres en la Industria Petrolera

El auge de energías alternativas está comenzando a impactar en las expectativas de la industria petrolera, que ve una posible disminución en la demanda de combustibles fósiles. Sin embargo, a pesar de estas previsiones, la demanda de petróleo continúa, aunque de manera más lenta. Además, la creciente popularidad de vehículos eléctricos y la expansión del transporte público generan incertidumbre en un sector que sigue generando beneficios récord.

Cada vez que hay un shock negativo de oferta, como problemas de suministro o tensiones geopolíticas, los productores, especialmente los de la OPEP (que controlan casi el 60% de la producción mundial), incrementan los precios, aprovechando la situación. Por otro lado, las noticias sobre descubrimientos de nuevos yacimientos o caídas en la demanda, no logran reducir los precios de manera efectiva.

Dependencia de los Combustibles Fósiles

La resistencia a bajar los precios de la gasolina se debe en gran parte a la baja elasticidad de la demanda. Los consumidores dependen en gran medida de estos productos, por lo que el consumo difícilmente se alterará ante caídas en los precios. En cambio, cualquier aumento de precios es frecuentemente aceptado, lo que proporciona un respiro a las empresas petroleras.

Estos precios elevados impactan no solo en el sector directamente, sino que tienen efectos de contagio en toda la economía, incrementando la inflación y encareciendo el costo de vida. Además, la carga impositiva en España, donde los impuestos representan casi el 50% del costo final de la gasolina y el diésel, mantiene los precios artificialmente altos.

La Última Comparativa de Precios

Al comparar los precios de la gasolina de 95 octanos y del diésel entre 2014, 2020 y 2024, se observa que la tendencia es al alza, incluso cuando el barril de Brent ha experimentado una caída del 21,33% en ese mismo periodo. A pesar de esto, el costo de gasolina aumentó un 9,15% y el del diésel un 7,5%. Esto muestra que la resistencia de los precios a la baja es primordialmente debido al poder de mercado que ejercen las grandes compañías.

¿Por qué las Gasolineras de Bajo Coste Son Más Baratas?

Curiosamente, las estaciones de servicio low cost, a menudo ofrecen gasolina a precios más bajos que las grandes cadenas, a pesar de comprar su combustible al mismo precio mayorista. Esto sugiere que las grandes corporaciones están ejerciendo un poder de mercado que les permite mantener precios inflados.

Mirando Hacia el Futuro

Es crucial que las políticas energéticas de los gobiernos fomenten fuentes de energía limpias y sostenibles. También es fundamental que se implementen regulaciones coherentes sobre el sector energético y se mantenga una vigilancia constante sobre las grandes corporaciones para asegurar que sus acciones no perjudiquen a los consumidores ni a la economía. En un mundo donde cada vez más se busca la sostenibilidad, el futuro del consumo de gasolina podría estar en una encrucijada, y la responsabilidad de los gobiernos es guiar esta transición de manera efectiva.