La Real Academia de Ciencias de Suecia ha anunciado este miércoles el prestigioso Premio Nobel de Química 2024. La mitad del premio se otorga a David Baker por su innovadora labor en el "diseño de proteínas con computación", mientras que la otra mitad se divide entre el brillante Demis Hassabis y el talentoso John Jumper por su trabajo en "la predicción de la estructura de las proteínas utilizando inteligencia artificial". Este reconocimiento resalta el potencial de sus descubrimientos en procesos cruciales que involucran proteínas, desde la aceleración del desarrollo de vacunas hasta la creación de nuevos nanomateriales, pasando por el diseño de tratamientos dirigidos para combatir el cáncer y la búsqueda de una industria química más sostenible.

Demis Hassabis, nacido en Londres en 1976, y John Jumper, de Little Rock y nacido en 1985, han revolucionado el campo científico con su empresa Google DeepMind. Utilizando el modelo de inteligencia artificial AlphaFold2, lanzado en 2020, han logrado predecir la forma tridimensional de casi 200 millones de proteínas conocidas hasta el momento, basándose únicamente en la secuencia de aminoácidos que compone su estructura. Esta tarea, que había sido un desafío desde los años 70, fue abordada de manera ejemplar gracias a la tecnología de estos científicos.

Por su parte, David Baker, originario de Seattle y nacido en 1962, ha llevado la ciencia más allá al dominar los 20 aminoácidos básicos, creando proteínas completamente nuevas que nunca antes existían en la naturaleza. Desde 2003, su grupo de investigación en la Universidad de Washington ha diseñado proteínas personalizadas que se pueden utilizar como fármacos innovadores y vacunas efectivas, con éxitos ya demostrados en modelos animales, así como microsensores que pueden detectar sustancias peligrosas como el fentanilo en el ambiente.

Al recibir la noticia del Nobel, Baker expresó su "emoción y honor", recordando que su trabajo es el resultado de las contribuciones de muchos pioneros en el campo. Gracias a la creación de su herramienta computacional Rosetta, se ha permitido avanzar en la predicción de la estructura de proteínas mediante IA, brindando a Hassabis y Jumper la oportunidad de ser reconocidos con este importante galardón.

En relación a la inteligencia artificial, Hassabis subrayó: "Ha sido mi misión buscar aplicaciones que mejoren la vida de las personas y aceleren los descubrimientos científicos". Memorablemente, su IA AlphaGo fue la primera en derrotar a un campeón mundial en el juego de go, demostrando la capacidad de la IA en campos complejos. A raíz de esto, expresó su preocupación sobre los riesgos que esta revolución tecnológica puede acarrear, instando a una cooperación internacional para abordar los desafíos de la próxima generación de herramientas de IA que se esperan en la próxima década.

John Jumper también hizo énfasis en que la IA es capaz de revelar patrones que incluso los científicos no pueden percibir. Sin embargo, advirtió que no se trata de simplemente "presionar un botón"; el desarrollo de AlphaFold ha requerido un proceso meticuloso y creativo por parte de un vasto equipo de expertos, resaltando el inmenso potencial de la biología computacional en la comprensión de enfermedades.

A pesar del gran avance que AlphaFold ha supuesto, algunos investigadores han mencionado limitaciones. José Antonio Márquez, del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, hizo hincapié en que la rapidez con la que se han otorgado estos premios no es sorpresa, ya que la comunidad científica ha asimilado rápidamente los avances de AlphaFold, facilitando el conocimiento de la estructura de proteínas que, antes, requerían años de trabajo experimental.

Al respecto, Alfonso Valencia, director de Ciencias de la Vida en el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, comentó que el Nobel reconoce uno de los avances más significativos de la inteligencia artificial. Sin embargo, también se señala la importancia de la transparencia y el acceso a la tecnología, a medida que hemos visto controversias en versiones recientes de AlphaFold, donde el acceso a sus herramientas se ha limitado a ciertos investigadores.

El futuro de la investigación en biología y biomedicina se vislumbra brillante, pero también lleno de desafíos. Con una dotación total de 11 millones de coronas suecas, este galardón sigue la serie de premios Nobel que culminará esta semana. ¡Estemos atentos, los próximos anuncios podrían cambiar nuestra comprensión del mundo que nos rodea!