La Universidad de Maastricht, situada en el sureste de los Países Bajos, ha tomado la sorprendente decisión de cerrar su polémica 'cápsula de meditación', conocida como 'Mindfulnest'. Este espacio, diseñado inicialmente como un refugio para la meditación y la relajación de los estudiantes, se ha convertido en un escándalo tras múltiples denuncias sobre su uso para actividades sexuales.

Desde su apertura en primavera de 2022, el 'Mindfulnest' estaba destinado a ser un oasis de calma, dotado de un interior insonorizado, cómodos bancos con cojines y una tableta que ofrecía música relajante y ejercicios de mindfulness. Sin embargo, según reporta el periódico universitario 'Observant', varios estudiantes han transformado este espacio en un improvisado lugar de encuentros íntimos.

La situación ha generado inquietud entre la comunidad estudiantil, donde se recibieron quejas que calificaban el uso de la cápsula como “antihigiénico”. De manera irónica, el medio afirma que los estudiantes parece que han interpretado de manera demasiado literal la indicación que decía: 'Haz lo que te haga sentir bien'.

Estas cabinas fueron parte de una iniciativa del gobierno anterior para abordar las repercusiones del COVID-19 en la salud mental de los jóvenes. Sin embargo, dado que la financiación para tales iniciativas ha llegado a su fin, la universidad había previsto retirar la cápsula a finales de la primavera de 2024.

Ante esta inusitada situación, la dirección de la facultad de Artes y Ciencias Sociales ha asegurado que el desmantelamiento de la cápsula se llevará a cabo “lo antes posible”. Este cautivador giro de los acontecimientos ha dejado a muchos preguntándose sobre los límites de la creatividad estudiantil. ¿Es posible que la búsqueda de la relajación se convierta en un reto para la administración educativa?