La Guardia Costera de Estados Unidos ha realizado un valiente rescate de un hombre que se encontró a la deriva, agarrado a una nevera en alta mar, a unos 50 kilómetros de la costa de Florida tras el paso devastador del huracán Milton.

Conocido como 'capitán Dave', el sobreviviente llevaba un chaleco salvavidas cuando fue rescatado por un helicóptero alrededor de las 13:30 (hora local) del jueves, cerca de Longboat Key. Posteriormente, fue trasladado a un hospital para recibir medicamentos y asistencia médica.

El capitán había salido a reparar su embarcación cuando, debido a las intensas olas y vientos de hasta 140 kilómetros por hora, sufrió un naufragio. El timón de su barco se atascó con un cabo, dejándolo incapaz de regresar a puerto, según informaron las autoridades. Afortunadamente, la Guardia Costera pudo contactarlo, instruyéndolo para que se pusiera el chaleco salvavidas y mantuviera su posición de emergencia mientras se organizaba el rescate.

Un equipo de la Estación Aérea de Miami despegó a las 5:30 AM de ese mismo día, desafiando un escenario de pesadilla con olas que alcanzaban hasta 7 metros de altura. Los guardacostas enfatizaron que la situación era extremadamente peligrosa, incluso para los marineros más experimentados.

Pero las noticias no son buenas solo para el capitán Dave: el huracán Milton causó estragos en toda Florida, con al menos 16 muertos reportados en diferentes condados, sobre todo en Santa Lucía y Volusia. Las mortales inundaciones y vientos destructivos causaron daños en la infraestructura, y muchos residentes aún padecen las consecuencias del desastre. Se han reportado pérdidas materiales graves que aún se están evaluando.

A medida que las tormentas y los tornados mortales arrasaban el estado, miles de habitantes se encontraron sin electricidad. Actualmente, más de 2,9 millones de personas continúan sufriendo cortes de energía un día después de que Milton tocara tierra en Siesta Key, con un ligero progreso en la restauración del servicio eléctrico.

Los aeropuertos, desesperados por retomar sus operaciones, se están preparando para reanudar los vuelos. Tampa y Fort Myers tienen planes de reabrir, mientras que el aeropuerto de Orlando ya comenzó a recibir vuelos nacionales limitados. A pesar de la adversidad, la resiliencia de la comunidad floridiana se manifiesta mientras todos buscan volver a la normalidad.