¡Increíble! Todo lo que Debes Saber sobre las Vacunas contra el Virus del Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRSV)
2024-11-20
Autor: Carlos
Las vacunas diseñadas para combatir el virus del Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRSV) son fundamentales en la industria porcina, y en su mayoría son vacunas vivas atenuadas. Sin embargo, también existen opciones comerciales en las que el virus ha sido inactivado.
Es interesante notar que las vacunas vivas atenuadas para el genotipo 1 del virus PRRS están aprobadas en prácticamente todos los países, pero las basadas en el genotipo 2 sólo están autorizadas en algunos. Esto ha llevado a que en algunos lugares se confíe más en las vacunas inactivadas, siendo esta diferencia crucial para los productores porcinos.
Las indicaciones de uso varían dependiendo de si se está utilizando una vacuna viva atenuada o inactivada. Estas vacunas están diseñadas tanto para lechones como para cerdas reproductoras, y su propósito principal es reducir la viremia. Esto, a su vez, se traduce en una menor transmisión del virus y un rendimiento mejorado en la salud general de los cerdos.
Cuando se habla de las hembras reproductoras, las indicaciones son claras: estas vacunas buscan minimizar trastornos reproductivos, la incidencia y duración de la viremia, así como la carga viral en los tejidos. Un aspecto alarmante es que la infección por el PRRSV puede resultar en una alta mortalidad de lechones. Por lo tanto, la vacunación se vuelve un salvavidas, luchando contra la transmisión transplacentaria del virus.
En el caso de los lechones o cerdos de cebo, la vacunación ha demostrado ser efectiva en mejorar las tasas de crecimiento y reducir la morbilidad asociada al virus. Estudios de campo revelan que los lechones vacunados a tan solo 6 semanas de edad experimentan un aumento notable en su rendimiento productivo hasta el final del período de engorde. Esto es relevante, ya que las pérdidas económicas en la producción porcina derivadas del PRRS son considerables y pueden afectar realidades financieras de los granjeros.
Es importante mencionar que las pautas de vacunación no son uniformes. Por ejemplo, algunas vacunas están aprobadas para su uso a partir del primer día de vida, mientras que otras establecen un rango que inicia en los 17 días. Esto genera confusión y subraya la importancia de seguir las directrices específicas para cada producto.
Por otro lado, las vacunas inactivadas están limitadas en su uso a cerdas reproductoras y tienen como meta principal reducir los trastornos reproductivos causados por el virus PRRS, sobre todo en ambientes contaminados. La vacunación puede reducir significativamente los partos prematuros y mejorar la cantidad de lechones nacidos vivos.
Conociendo todo esto, es esencial que los productores porcinos tomen decisiones informadas sobre la vacunación, no solo para proteger a sus animales, sino también para asegurar la sostenibilidad de sus operaciones. La lucha contra el PRRSV es un desafío continuo, pero con las estrategias adecuadas, el futuro de la producción porcina se ve más brillante.