Isa Pantoja ha compartido los motivos que la impidieron disfrutar al máximo de su boda con Asraf Beno, un evento que marca un hito en su vida. Los exconcursantes de 'GH VIP' están celebrando su primer aniversario de matrimonio, un año lleno de experiencias que han cambiado su vida.

La hija de Isabel Pantoja recordó con emoción su boda, un día que, aunque memorable, estuvo empañado por la ausencia de su madre. Este sentimiento, sumado al estrés y los nervios del evento, afectó su capacidad para disfrutar plenamente. "Ha pasado un año volando. Super rápido", afirma Isa, evidentemente impactada por la rapidez con la que ha transcurrido el tiempo desde su enlace matrimonial.

Durante la celebración, que tuvo lugar en una hermosa hacienda sevillana decorada con toques árabes, Isa se sintió feliz, pero no completamente satisfecha. "Disfruté un montón, pero no al 100%", confiesa. A pesar de la celebración maravillosa, la presión por asegurar que todo fuera perfecto la llenó de ansiedad. Recordando aquel día especial, describe la experiencia como "maravillosa pero super estresante".

Ahora, un año después, Isa reflexiona sobre la importancia de disfrutar el momento. "No volveré a casarme con Asraf, y si lo hiciera, nunca sería lo mismo", dice. Por ello, ha decidido transmitir un valioso consejo a las futuras novias: "Si os vais a casar, disfrutadlo al 100%, porque solo pasa una vez. Dejad que todo fluya".

No obstante, este primer año de casados ha estado lleno de momentos inolvidables, desde su luna de miel hasta la finalización de la remodelación de su nueva casa en El Puerto de Santa María. Isa ha estado trabajando también como colaboradora e influencer, lo que le ha permitido vivir experiencias únicas y enriquecedoras junto a su esposo.

Con la calma que da la perspectiva del tiempo, Isa reconoce que lo más importante es disfrutar la compañía de quienes realmente valoran su relación. Con una lección aprendida y un corazón pleno, esta joven parece estar lista para abrazar el futuro con Asraf Beno, aprendiendo a dejar atrás la presión y a valorar los momentos simples y significativos de la vida.