El 12 de octubre, Día de la Hispanidad, comenzó con un espectacular desfile militar en el corazón de Madrid. Sin embargo, las intensas lluvias obligaron a suspender el salto en paracaídas y el desfile aéreo, dejando impresiones agridulces en los asistentes. A pesar de esto, la recepción que ofrecieron los Reyes en el Palacio Real a cerca de 2.000 personalidades de la sociedad española se llevó a cabo según lo previsto.

Entre los destacados invitados, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue una de las que acaparó todas las miradas. Aunque al inicio del día optó por una gabardina para protegerse de la inclemencia del tiempo, en el interior del palacio se dejó ver con un espectacular conjunto de dos piezas de Rocío Osorno. Este atuendo, en color blanco con lunares flocados en terciopelo negro, evoca la tradición castiza de las chulapas. El conjunto, que incluye una falda fruncida y una blusa de manga larga, resalta su figura con un escote en uve y un cinturón ceñido, reflejando un estilo elegante y audaz. Este modelo, llamado Selma, tiene un precio de 320 euros y ha sido un éxito en redes sociales.

Para completar su look, Díaz Ayuso optó por unos zapatos de tacón en color granate y un clutch a juego, aportando un toque de sofisticación que clamó por atención.

Por su parte, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, también brilló en la recepción. Su elección fue un vestido abrigo en azul marino, adornado con botones dorados, que resalta el tono militar de la ocasión. Este estilo impecable recuerda a los looks que frecuentemente lleva Kate Middleton, convirtiéndose en un referente de moda para muchas mujeres.

Ambas damas no solo deslumbraron por su atuendo, sino también por su porte y actitud. La repercusión en redes sociales ha sido notable, con comentarios sobre el estilo de ambas políticas que han desatado debates sobre la moda y el papel de la mujer en la política española. Sin lugar a dudas, el evento no solo fue un homenaje a la Hispanidad, sino también una pasarela de elegancia y distinción.