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Jason Stanley, el profesor de Yale experto en fascismo que se va de EE.UU. por la crisis política bajo el gobierno de Trump: "Ya somos un régimen fascista"

2025-04-06

Autor: Francisco

Jason Stanley, un respetado profesor de filosofía en la Universidad de Yale, ha tomado una decisión drástica: abandonar Estados Unidos. Su motivo se basa en su percepción del clima político actual y los riesgos que señala como indicativos de una posible dictadura. A medida que se intensifica el debate sobre el estado de las instituciones democráticas, sus declaraciones resonan cada vez más fuerte.

Desde la publicación de su libro "Cómo funciona el fascismo" en 2018, Stanley no ha dejado de alertar sobre lo que él considera la erosión de la democracia en Estados Unidos. Su trabajo, que ha sido traducido a más de 20 idiomas, se centra en cómo los regímenes autoritarios utilizan el lenguaje y la propaganda para consolidar su poder.

En una reciente entrevista, Stanley expone sus preocupaciones sobre el impacto del gobierno de Donald Trump en la comunidad judía y en los derechos civiles de las minorías. "Creo que ya somos un régimen fascista", afirma, subrayando su inquietud sobre el uso del antisemitismo como herramienta política por parte del gobierno actual.

Según Stanley, cuestiones como la intervención ideológica en universidades y el ataque a la libertad de expresión son señales claras de alarma. Recientemente, la Universidad de Columbia cedió ante presiones del gobierno, lo que él califica como un ataque sin precedentes a la libertad académica. Esto, junto con el tratamiento dado a las voces críticas en la comunidad judía y el silencio ante la opresión de otros grupos, le ha llevado a perder la fe en las instituciones que anteriormente consideraba bastiones de la democracia.

Stanley menciona que no es solo él quien ha tomado esta decisión; otros académicos como Timothy Snyder y Marci Shore también han decidido mudarse a Canadá, lo que indica un movimiento más amplio de descontento entre intelectuales frente a la situación en Estados Unidos.

Siguiendo su recomendación de huir de un entorno políticamente tóxico, Stanley reflexiona sobre el poder que los regímenes totalitarios tienen para desmantelar las libertades individuales. "Las instituciones democráticas están siendo atacadas. Ya hemos perdido el Estado de derecho", dice, insistiendo en que se necesita una respuesta urgente y efectiva a esta crisis.

El reto es más complejo de lo que parece. Aunque muchos estadounidenses podrían no identificarse abiertamente con ideologías fascistas, Stanley argumenta que hay un porcentaje significativo de la población que apoya las políticas autoritarias. Esto genera un camino peligroso que podría desdibujar la línea entre la democracia y la dictadura.

Mientras se prepara para su partida, Stanley se mantiene enfocado en alertar al mundo sobre los peligros que acechan a la democracia, no solo en EE.UU. sino en todo el mundo. Cada vez más voces se alzan advirtiendo sobre la descomposición del orden democrático, y sus decisiones de abandonar el país pueden ser solo el principio de una ola más amplia de descontento entre los que valoran la libertad y la igualdad.