Javier Gutiérrez creció observando la lluvia a través de los cristales. Nacido en Luanco, Asturias, y criado en Ferrol, A Coruña, en los años 70, cuando la televisión ofrecía solo dos canales y el cielo gris llenaba las tardes, encontró en un magnetófono su forma de entretenimiento al fingir que narraba partidos de fútbol. Además, su otra fuente de inspiración fue la extensa biblioteca de los hermanos de La Salle. "Me levantaba muy temprano, pasaba la mañana sumergido en los clásicos juveniles: Salgari, Verne, Dickens, Stevenson... Aunque los curas tenían sus propios intereses, fue ahí donde nació mi amor por la lectura y el teatro. Organizábamos cuatro o cinco funciones al año, y aunque a veces veíamos documentales de misiones, siempre cuidaban la creatividad y la imaginación".

El Camino al Éxito

Hoy, Javier Gutiérrez, ese chico que llegó a Madrid a los 18 años, es uno de los actores más respetados de España, con una estantería repleta de los más prestigiosos galardones de la industria del entretenimiento. Recientemente, recibió el Astarté de Honor Nacional en la VIII edición de Ibicine, el Festival de Cine de Ibiza, dedicando su premio a su pareja y su pequeño hijo, presentes entre el público. "No me puedo quejar. Vivir dignamente de este oficio es un privilegio que solo unos pocos gozan, trabajando constantemente y con reconocimiento".

Un Detrás de Cámaras Inexplorado

Pronto, Gutiérrez estrenará 'La agencia', una serie de Mediaset que revela el día a día de los representantes de artistas, quienes a menudo actúan como un muro para los periodistas. "Los representantes cuidan nuestro bienestar y nos protegen, se convierten en un filtro. Gracias a ellos, tenemos acceso a personajes y proyectos importantes", aclara. Pero también insiste en que esta serie permitirá a los espectadores conocer una faceta oculta, donde actores y actrices hablarán de sus luchas y experiencias.

Un Actor Versátil

Actualmente, podemos verlo en 'La vida breve' (Movistar Plus+), interpretando a Felipe V junto a Leonor Watling como Isabel de Farnesio. Esta serie histórica está llena de giros de humor inesperados. "Me dieron mucha documentación y también busqué por mi cuenta. Esa es parte del trabajo del actor: jugar con la dualidad entre el drama y la comedia. Aportar ideas locas que el director puede decidir utilizar".

Honrando a sus Compañeros

A pesar de encadenar proyectos de gran calibre, Javier reclama más reconocimiento para sus compañeros. Solo un 8% de los actores y actrices profesionales están visibles en la pantalla, un hecho que él subrayó al recibir su premio Astarté: "Conozco a actores con 40 y 50 años que aún no han tenido su oportunidad. A veces, el teléfono no suena y no sé cómo pagar el alquiler... Siento que este oficio es tan hermoso que vale la pena no rendirse y esperar que sucedan cosas buenas".

Una Historia de Superación

Con dos Goyas y múltiples premios en su haber, Gutiérrez no se interesa por el glamour y el espectáculo que embriagan a otros. Criado por una madre viuda en un hogar humilde, reflexiona sobre el sacrificio de su madre: "Admiro a mi madre no solo por sacarnos adelante, sino por enseñarnos a mis hermanas y a mí a ser buenas personas, especialmente en una España difícil a finales de los 70. Fue una mujer valiente, un verdadero ejemplo".

Javier Gutiérrez nos recuerda que tras cada logro hay una historia de esfuerzo, pasión y resiliencia, y que el camino a la cima no siempre es fácil, pero siempre vale la pena.