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Junts y PNV rechazan la moción de censura contra Sánchez propuesta por el PP: la trama ‘vigilantes’ sigue en juego

2024-11-23

Autor: Antonio

La reciente negativa de Junts para apoyar una moción de censura contra Pedro Sánchez, aun tras las impactantes acusaciones del comisionista de la trama Koldo, Víctor Aldama, ha desbaratado el último intento del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de atraer a los neoconvergentes para que se unan a su causa y promuevan un cambio de Gobierno.

Jordi Turull, cercano a Carles Puigdemont, ha calificado de ‘fantasía’ cualquier posible apoyo a la maniobra del PP, destacando que "con el PP solo coincidiremos en alguna votación aislada en el Congreso. No hay posibilidad de alianza". Esto pone fin a cualquier especulación sobre un regreso de Junts al espíritu de la antigua Convergència. Sin embargo, admiten que deben permanecer 'vigilantes' ante el desarrollo de la trama en cuestión.

Feijóo es consciente de que el papel de los nacionalistas catalanes es tan crucial ahora como lo fue en 1996, cuando ayudaron a sacar del poder al socialista Felipe González. En aquella ocasión, el entonces líder de CiU, Jordi Pujol, negociaba con el PP para mejorar las concesiones obtenidas del PSOE. La diferencia es que en 2018 el PDeCAT apoyó la moción de censura contra Mariano Rajoy, reflejando un cambio en las dinámicas de alianzas políticas en España.

Ahora, Puigdemont parece inclinado a seguir aprovechando su fructífera alianza con Sánchez, buscando consolidar logros obtenidos con los socialistas, como abordar el 'déficit catalán' y negociar el traspaso de competencias en inmigración. Esta relación podría también incluir discusiones sobre un eventual referéndum de independencia, lo que podría encender aún más el debate político en España.

Al mismo tiempo, Junts está tratando de establecerse como una alternativa al PSC en Cataluña, lo cual les ha llevado a cerrar las puertas a cualquier pacto con el PP. Han rechazado las proposiciones de Feijóo, que se han repetido tras las elecciones generales del 23-J y en varias ocasiones desde entonces.

ERC también ha dejado claro que apoyará a Sánchez, no a la derecha. Sin embargo, han solicitado que se llegue al final de la investigación relacionada con Aldama, subrayando la necesidad de pruebas concretas antes de tomar decisiones.

Por su parte, el PNV mantiene el silencio ante la crisis. Internamente, están atravesando un proceso de renovación que concluirá en marzo, y su líder Andoni Ortuzar es reticente a hacer declaraciones mientras se gestan importantes cambios dentro del partido. Las explosivas acusaciones de Aldama complican aún más su posición, especialmente tras menciones de pagos por el 'cupo vasco' que podrían poner en jaque obras públicas en el País Vasco.

En un entorno político cada vez más turbulento, la relación entre los partidos nacionalistas y el Gobierno central es más delicada que nunca. El futuro de Sánchez podría depender de cómo manejen juntos estos desafíos y de la capacidad para mantener un equilibrio en medio de acusaciones y reconceptualizaciones estratégicas.