La campaña de Kamala Harris, actual vicepresidenta de Estados Unidos, se encuentra en un momento crítico a tan solo tres semanas de las elecciones. A pesar de liderar en los sondeos a nivel nacional, su ventaja sobre Donald Trump se está reduciendo drásticamente. La última encuesta de New York Times y Siena College revela que su margen de apoyo es de solo tres puntos porcentuales (50% frente a 47%), un estrechamiento alarmante que destaca la creciente competencia entre los dos candidatos.

Uno de los mayores retos para Harris es su falta de atracción hacia los votantes latinos y los hombres afroamericanos. Aunque cuenta con el respaldo del 78% de la comunidad negra, esta cifra es significativamente menor que el 90% que Joe Biden obtuvo en 2020 y el 92% logrado por Hillary Clinton en 2016. Por otro lado, el apoyo de los hombres negros hacia Trump ha aumentado, pasando del 7% en 2016 al 15% en esta elección. Esta tendencia sugiere que la campaña de Trump ha comenzado a erosionar lo que históricamente ha sido una base sólida para los demócratas.

Barack Obama ha hecho un llamado urgente a los hombres afroamericanos para que apoyen a Harris, sugiriendo que las razones para su falta de apoyo podrían estar relacionadas con la percepción de tener una mujer en posiciones de liderazgo. Muchas voces dentro de la comunidad notan que los hombres negros sienten que la atención política ha estado desproporcionadamente dirigida a los inmigrantes, lo que genera un sentimiento de abandono y desilusión.

Además, la encuesta de New York Times indica que un 24% de los hombres negros confían más en los republicanos, cifra que se eleva al 40% en las personas menores de 30 años. Harris también se enfrenta a cuestionamientos sobre cómo está abordando las preocupaciones de esta comunidad en temas cruciales como la economía y la inmigración, donde un número significativo de votantes negros muestra apoyo por las políticas de Trump.

En el ámbito latino, la situación no es menos desafiante. Trump ha logrado ganar terreno entre los votantes latinos, especialmente en estados clave como Arizona, donde el 56% de los latinos apoya a Harris, pero un alarmante 37% se inclina por Trump. Un estudio reciente indica que en el 2020, Trump aumentó su apoyo entre los latinos en comparación con las elecciones anteriores, y esta tendencia parece continuar en las elecciones actuales.

A pesar de la retórica antiinmigrante de Trump, una parte considerable de los votantes latinos no se siente atacada por su discurso y, de hecho, hay un apoyo sorprendente hacia sus políticas, incluyendo la construcción de un muro y la deportación de inmigrantes ilegales. En un clima electoral donde los hombres latinos a menudo se muestran más indecisos, el 45% de los votantes latinos que apoyan a Trump son hombres, mientras que el 62% de los que apoyan a Harris son mujeres.

En conclusión, mientras Kamala Harris intenta consolidar su apoyo antes del 5 de noviembre, los desafíos son múltiples. Su capacidad para atraer a los votantes afroamericanos y latinos será crucial, y el tiempo se acaba rápidamente. Si no logra revertir estas tendencias, el sueño de volver a la Casa Blanca por parte del partido Demócrata podría verse seriamente amenazado.