Kiko Matamoros, el famoso colaborador de televisión de 51 años, ha compartido detalles íntimos sobre su relación con sus cinco hijos: Irene, Lucía, Diego, Laura y Anita, en una entrevista reveladora. A medida que se acerca el final de su participación en el programa 'Ni que fuéramos Shh', Kiko se prepara para una nueva etapa en La 1 de Televisión Española y ha decidido ser más transparente que nunca sobre su faceta paternal.

A pesar de vivir momentos de tensión en el pasado con cada uno de sus hijos, Kiko ha expresado su deseo de mejorar la relación con ellos. En una conversación sincera con 'El País', ha reconocido que no siempre ha sido el padre que deseaba ser, pero ha trabajado arduamente en busca de un vínculo más saludable con su prole. "No he sido un padre al uso, pero tengo una relación bastante más sana que la que tuvo mi padre conmigo. Sé que cometí muchos errores, pero mi objetivo es compensarlos", compartió Matamoros, quien parece estar comprometido en forjar la armonía familiar.

El tema que más ha intrigado a los medios es su relación con su hija más pequeña, Anita. Se supo que desde la separación de Kiko y su expareja Makoke, las tensiones se intensificaron, particularmente tras un supuesto roce entre Anita y Marta López Álamo, la actual pareja de Kiko. Tal fue la controversia que la joven insinuó que su madrastra imitaba sus publicaciones en redes sociales. Kiko ha manifestado públicamente su apoyo a su pareja actual, pero enfatiza que su cariño por sus hijos nunca depende de esas diferencias. "Quiero lo mejor para mi hija y haré lo que sea necesario para que ella sea feliz", afirmó en 'Sálvame'.

La relacion con Irene, uno de sus hijos que tuvo con Marian Flores, también se ha complicado a lo largo de los años. Kiko se siente en deuda con ella. "Tengo una espina clavada y quiero decírselo a la cara. Estoy muy orgulloso de ella y mi deseo es estar a su lado en la medida de lo posible", declaró en una ocasión. Lo destacado es que, a pesar de los roces pasados, Kiko parece haber logrado restablecer una comunicación con sus hijos, lo que lo llena de esperanza.

Además, el inminente cierre de 'Sálvame' ha generado preocupación para muchos de sus colaboradores, incluido Kiko, que se sintió preocupado por su futuro laboral. Sin embargo, su actitud ha sido de aceptación, entendiendo que la naturaleza del entretenimiento siempre está en cambio. "No lo pasé mal. Era parte del juego. Pero me molestó enterarme de nuestra situación a través de un periódico después de 14 años trabajando en Mediaset", expuso Kiko, dejando claro que sigue adelante, decidido a construir un nuevo capítulo en su vida personal y profesional.

A medida que Kiko se adentra en esta nueva etapa, sus palabras sugieren que el amor por sus hijos perdura, y su voluntad de reparar los lazos familiares es más fuerte que nunca.