El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, lanzó un desafío contundente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidiéndole que lleve al Congreso su plan de defensa, los Presupuestos Generales de 2025 y que convoque el debate sobre el estado de la nación. En sus declaraciones, Feijóo afirmó que está convencido de que Sánchez no se atreverá a hacerlo, ya que podría quedar expuesto ante la realidad de que carece de los apoyos necesarios para aprobar cualquier iniciativa.

Feijóo se presentó ante su Comité Ejecutivo Nacional en una reunión que se debió haber celebrado el mes pasado, y solo contó con la presencia de tres presidentes autonómicos: Jorge Azcón, Isabel Díaz Ayuso, y Gonzalo Capellán. Desde el inicio de su discurso, que comenzó con un notable retraso, se notaba que la presión sobre el Gobierno era palpable.

El presidente del PP hizo énfasis en su visión de un partido que está “contundentemente libre para llegar a acuerdos” con cualquier partido, incluso aunque eso incomode a algunos líderes dentro y fuera de su organización. Su comentario se produce en un momento en el que varios barones autonómicos están cerrando pactos con Vox, lo que añade presión a la estrategia del PP en la arena política.

Curiosamente, Feijóo no se refirió a la situación en la Comunidad Valenciana y a cómo Vox influyó en los discursos de sus aliados. De hecho, omitió mencionar las controversias actuales en torno al Pacto Verde Europeo y la gestión de la inmigración en el contexto de la crisis de los menores no acompañados.

El líder del PP también criticó abiertamente las políticas de inmigración del Gobierno, catalogándolas de “nulas y contraproducentes”, señalando que han creado un “efecto llamada” en lugar de abordar la situación con eficacia. Enfatizó que el presidente Sánchez es el único responsable de esta situación, a la que se refirió como “la hipocresía en su máxima expresión.”

Feijóo instó a Sánchez a enfrentar a la Cámara con sus propuestas, bajo la premisa de que el Gobierno carece de una mayoría sólida que respalde sus iniciativas. Según el líder popular, esto no solo retrata la “soledad de un Gobierno que no es tal”, sino que exhibe la debilidad de un 'presidente zombi' que no puede avanzar sin consensos.

El actual panorama se complica para Sánchez, quien a pesar de haber expresado su intención de presentar los Presupuestos Generales, no ha descartado la opción de extender las cuentas actuales si se enfrenta a un rechazo mayoritario en el Congreso. Esto ha dejado a la ciudadanía preguntándose si el Gobierno realmente tiene un rumbo claro o si se encuentra a la deriva, afectando potencialmente su popularidad.

Feijóo cerró su discurso asegurando que, en el momento oportuno, el pueblo español tendría la oportunidad de hacer escuchar su voz a través de las urnas, dejando en evidencia la creciente desconfianza hacia el Gobierno actual.

Este desafío plantea la pregunta crucial: ¿Está España lista para un cambio, y serán estos movimientos en el Congreso el catalizador de un nuevo rumbo político?