La última semana ha sido un torbellino en la política española, y lo que está por venir promete ser aún más interesante. El Partido Popular (PP) ha decidido cambiar su enfoque, ahora hablando de cuestiones de gestión relacionadas con políticas sociales clave como la conciliación y la vivienda, mientras parece dejar a un lado la polémica amnistía que tanto ha dominado el debate político. Este giro ha emocionado a los sectores moderados del PP, aunque ha dejado a los más radicales indignados. Por otro lado, la coalición Sumar también se muestra satisfecha, ya que ahora pueden contrastar sus propias políticas con las del PP, mostrando los resultados de su gestión en las comunidades autónomas. Un miembro del Gobierno ha comentado con humor, '¿Te imaginas? Una legislatura donde nosotros hablamos de lo que hacemos y ellos de lo que harían. Sería un sueño. Veremos cuánto dura esto.'

Sin embargo, dentro del Ejecutivo, la opinión es bastante cautelosa. Varios ministros alertan que el PP cambia de estrategia constantemente, lo que sugiere que están perdiendo el rumbo. Algunos creen que el caso Begoña, una controversia que ha estado acechando al PP, podría ser archivado pronto, y están comenzando a prepararse para una legislatura más larga de lo que inicialmente esperaban. Mientras tanto, los ministros de Sumar están felices, ya que siempre prefieren hablar sobre políticas concretas en lugar de conflictos directos con el PP. Esta semana, han destacado sus diferencias acerca de las bajas por enfermedad y la vivienda, señalando que es una victoria civilizatoria poder centrarse en esos temas en lugar de en la polarización como 'bilduetarras y dictadura socialcomunista.'

A pesar de las nuevas narrativas, el entorno de Feijóo defiende que este cambio en la estrategia política es crucial. 'No podemos vivir solo pensando en que se acabará la legislatura, eso solo lleva a la frustración. La estabilidad está en manos de Sánchez, que es el único político que puede resistir en esta inestabilidad absoluta', concluye uno de sus dirigentes. Se anticipan debates intensos en el Congreso esta semana, especialmente con una gran sesión dedicada a la inmigración, donde el gobierno de La Moncloa se está preparando para presentar datos contundentes que combatan los rumores y desinformación que rondan el fenómeno migratorio.

Pedro Sánchez planea desplegar todos los datos disponibles, enfocándose no solo en la economía, sino también en la seguridad, argumentando que España tiene una de las tasas de criminalidad más bajas de Europa. El presidente se enfrenta también a los problemas reales, como la complicada situación en Canarias debido a las llegadas de migrantes en cayucos, mientras intenta contrarrestar la narrativa xenófoba que está ganando terreno en Europa. La inmigración, según el Gobierno, no es solo necesaria, sino también beneficiosa, ya que los inmigrantes contribuyen a la economía al aportar mano de obra joven, vital para contrarrestar el envejecimiento de la población europea.

Además, muchos sectores económicos, como la agricultura y la hostelería, dependen enormemente de la inmigración, pidiendo al Gobierno más facilidades para la entrada legal de trabajadores extranjeros. La tensión se palpita, ya que el PP ha decidido suspender las negociaciones sobre el reparto de 6,000 menores que se han acumulado en Canarias, lo que puede intensificar el clima de confrontación y xenofobia que se debate en Europa. Sánchez está decidido a resistir, confiado en que puede ganar la batalla ideológica demostrando con datos contundentes que la inmigración es positiva. El PP, por su parte, ya ha hecho claro que no tiene intención de suavizar su discurso, lo que promete ser una lucha feroz en el ámbito político de España. Mientras tanto, la amnistía ha cedido protagonismo, casi desvaneciéndose del debate, y en su lugar han emergido preocupaciones más apremiantes sobre vivienda y conciliación.

El escenario está listo para una revolución en el enfoque político, reiniciando un diálogo enfocado en soluciones efectivas y la gestión real de los problemas que afectan a los españoles. ¿Será este el nuevo comienzo en la política española? La respuesta se revelará en los próximos días.