La COP29 logra un acuerdo crucial: 290.000 millones de euros anuales para combatir el cambio climático en países en desarrollo
2024-11-23
Autor: Carmen
La Cumbre del Clima COP29, celebrada en Bakú, alcanzó un acuerdo crucial durante la madrugada del domingo que podría cambiar el curso de la lucha contra el cambio climático. Tras intensas y prolongadas negociaciones que parecían estar al borde del colapso, los países ricos acordaron destinar 290.000 millones de euros anuales para apoyar a los países en desarrollo en su lucha contra este fenómeno global.
El acuerdo, conocido como la Hoja de ruta de Bakú a Belém, establece objetivos ambiciosos al proponer alcanzar al menos 1,3 billones de dólares anuales para 2035, involucrando tanto a actores públicos como privados. Se realizó un llamado especial a las naciones emergentes como China, India y Arabia Saudita, instándolos a contribuir de manera voluntaria a estas metas.
Mukhatar Barbayev, presidente de la COP29, enfrentó críticas durante la cumbre por su falta de capacidad para conciliar intereses entre naciones ricas y pobres. Sin embargo, logró finalmente que cerca de 200 países firmaran este nuevo acuerdo, que reemplazará el anterior compromiso de financiar 100.000 millones de dólares anuales. "No es perfecto, pero veo algo de luz", expresó Juan Carlos Monterrey, portavoz de Panamá, quien había criticado fuertemente el borrador previo.
En cuanto a las regulaciones, se instituyeron nuevas reglas para un mercado global de compra-venta de créditos de carbono, un tema que había generado desavenencias desde la firma del Acuerdo de París en 2015. Estas nuevas pautas, según explicó Barbayev, permitirán crear mercados de carbono transparentes y eficientes, facilitando que países y empresas cumplan con sus objetivos climáticos. Las proyecciones indican que estos mecanismos podrían ahorrar hasta 250.000 millones de dólares al año en la implementación de políticas climáticas a nivel nacional.
A lo largo de la cumbre, quedó en evidencia el abismo entre las demandas de financiamiento de los países en desarrollo, que solicitaban entre 1 y 1,3 billones de dólares anuales, y las ofertas iniciales de los países desarrollados, que apenas alcanzaban los 250.000 millones de dólares, incrementándose más tarde a 300.000 millones.
Sin embargo, el consenso finalmente prevaleció a pesar de las tensiones, y el Secretario General de la ONU, António Guterres, tuvo un papel clave en exhortar a las naciones ricas a aumentar su compromiso. La Unión Europea fue la primera en aceptar la nueva cifra, seguida por otros países como Canadá, Japón y el Reino Unido, aunque algunas reticencias persistieron, particularmente por parte de Estados Unidos, ante la sombra de la administración de Donald Trump.
Este acuerdo también destaca la urgente necesidad de actualizar la clasificación obsoleta de 'países en desarrollo', que ha permanecido sin cambios desde el inicio de las cumbres climáticas hace tres décadas. La financiación necesaria será mayormente aportada por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón y otros países desarrollados, siendo un paso fundamental para la sostenibilidad y protección del medio ambiente en un planeta amenazado por el cambio climático.