La Crisis de Puigdemont: ¿Demasiada Zanahoria para Tan Poco Progreso?
2025-04-18
Autor: Carmen
La zanahoria puede calmar el dolor de estómago, pero las promesas del PSOE a Junts parecen haber empachado a Carles Puigdemont. El expresidente catalán enfrenta un serio dilema en su relación con los socialistas.
El tiempo avanza y, a medida que la legislatura llega a su mitad, en Junts se percibe una sensación clara: "No tenemos nada". Las expectativas iniciales del pacto de investidura se desmoronan. Sin avances concretos, la frustración crece.
Los recordatorios trimestrales de Puigdemont al PSOE no han cambiado la estrategia del Gobierno. Su intervención para que Junts retirara la propuesta de confianza a Pedro Sánchez no ha surtido el efecto deseado. Junts sostiene que esta concesión no ha hecho más que prolongar un estado de parálisis.
Con reuniones en Suiza y la mediación de José Luis Rodríguez Zapatero, Junts se siente incómodo al observar las discrepancias entre sus negociaciones helvéticas y la falta de progreso en Madrid y Barcelona. A finales de mayo, harán un balance de sus logros y la presión comenzará a crecer sobre si continuar con el apoyo a los socialistas.
La percepción en Junts es clara: sus votos benefician más a Salvador Illa que a ellos mismos. Sin presupuestos propios y con un aumento de apoyo para Illa gracias a sus alianzas, el futuro de Junts se muestra oscuro.
Además, la lista de agravios con el PSOE se extiende: el calendario para la amnistía cambia constantemente y los problemas legales se trasladan de un tribunal a otro, generando aún más incertidumbre.
El PSOE, por su parte, no ofrece garantías sobre la transferencia de competencias en inmigración, a pesar de la propuesta conjunta presentada en el Congreso. La oposición de socios como Podemos está dificultando su avance, acusando a Junts de racismo.
Mientras tanto, el uso del catalán en las instituciones europeas sigue sin cumplirse según lo pactado. Aunque Puigdemont celebra ciertos esfuerzos del ministro José Manuel Albares, en Junts sienten que esto es solo un consuelo vacío.
Con dos reuniones más en Suiza programadas, el futuro de la relación entre el PSOE y Junts pende de un hilo. ¿Podrán arreglar su caos o están destinados a desmoronarse en la crisis?