Después de una semana y media de intensas negociaciones, el liderazgo de la cumbre ha presentado un borrador de acuerdo que ha sido calificado de 'inaceptable' por múltiples representantes internacionales. A pesar de que se esperaba que estos textos reflejaran los esfuerzos realizados hasta ahora y facilitaran un consenso amplio, las expectativas han quedado muy por debajo de la realidad.

Uno de los temas más dolorosos es la financiación climática. El nuevo borrador no incluye cifras concretas que permitan actualizar los 100.000 millones de dólares anuales que se aportan en la actualidad, aunque menciona 'billones'. Además, abre la puerta a un conjunto indefinido de donantes sin aclarar quiénes serán responsables de esta financiación crítica. En este contexto, los avances hacia la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y el abandono de los combustibles fósiles son prácticamente inexistentes.

El comisario de clima de la Unión Europea, Wopke Hoekstra, no ha escatimado en palabras: 'No voy a edulcorarlo. Es claramente inaceptable tal como está ahora', criticando que el texto carece de un enfoque equilibrado. La UE ha puesto particular énfasis en la necesidad de que economías prominentes que históricamente no han contribuido, como China y varios estados del Golfo, se comprometan a financiar acciones climáticas. También se hace un llamado a la búsqueda de nuevas fuentes de financiación que vayan más allá de las contribuciones gubernamentales.

Por otro lado, el enviado climático de Estados Unidos, John Podesta, ha expresado estar 'profundamente preocupado' por el contenido del borrador. Esta preocupación se ha replicado entre diversas naciones con intereses dispares. Un funcionario chino mencionó que 'el texto actual contiene muchos elementos que no son satisfactorios ni aceptables para China', según informes de AFP. Mientras tanto, el grupo de países en desarrollo, conocido como G77, ha demandado la inclusión de metas claras, abogando por movilizar al menos 500.000 millones de dólares anuales.

En esta crucial etapa, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha llegado a la COP29 buscando incentivar el progreso en las negociaciones. 'La COP29 está ahora en su punto más crítico, pero el fracaso no es una opción', afirmó en una rueda de prensa. A pesar de ello, Guterres ha señalado que muchos países siguen firmes en sus posiciones iniciales, insistiendo en las mismas demandas que llevaron a la cumbre, lo que complica el avance hacia un acuerdo. Ha instado a las naciones a ceder, a avanzar y a poner sobre la mesa sus propuestas, ya que aún existen muchas 'diferencias sustanciales' que deben resolverse.

El futuro del planeta pende de un hilo y las decisiones que se tomen en esta cumbre son cruciales para la calidad de vida de las generaciones venideras. ¡Alerta máxima: el tiempo se agota y el planeta necesita acciones concretas ahora!