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La devastadora Dana provoca una crisis en el mercado inmobiliario valenciano

2024-11-19

Autor: José

VALÈNCIA. Las consecuencias de la feroz DANA que azotó el sur de la provincia de Valencia el 29 de octubre son devastadoras. La inundación no solo destruyó hogares y negocios, sino que también arrasó sueños y proyectos de vida. Casi dos semanas después, muchas localidades todavía muestran la huella de la destrucción, con viviendas residenciales gravemente dañadas, lo que ha intensificado la tensión en el ya complicado mercado inmobiliario valenciano. Aunque no todas las viviendas requerirán ser reconstruidas desde cero, muchas necesitarán ser rehabilitadas, lo que obliga a numerosas familias a buscar un alojamiento temporal.

Según un primer balance del Colegio de Registradores, al menos 60.500 viviendas han sido afectadas, distribuidas en más de sesenta localidades valencianas. Además, se estima que casi 300 edificios residenciales presentan daños significativos a causa de la fuerza del agua y el lodo, lo que aumentará la demanda de nuevos hogares en la región.

Por el momento, muchas familias se han refugiado en casas de familiares o han solicitado ayuda a la administración para ser realojadas, pero esto es solo una solución temporal. La verdadera problemática se encuentra en el futuro inmediato de un mercado inmobiliario que ya enfrentaba dificultades debido a una oferta escasa, tanto de obra nueva como de alquiler. Muchas transacciones se han visto paralizadas debido a la situación actual, lo que preocupa a los expertos, quienes prevén que la catástrofe va a complicar aún más el acceso a viviendas, especialmente en el segmento de alquiler.

La situación previa a las inundaciones ya era crítica: en el tercer trimestre del año, solo había 132 unidades disponibles para la venta en Valencia, cifra que representa una reducción del 83% en comparación con los últimos cinco años, con precios que superaban los 3.500 euros por metro cuadrado, según la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV). En cuanto al alquiler, el precio medio alcanzaba los 1.656 euros mensuales, un 77% más que en 2019, cifra inalcanzable para muchas familias.

La catástrofe ha generado una mayor presión sobre el mercado del alquiler, especialmente en los municipios afectados. Expertos como Fernando Cos-Gayón, director de la Cátedra, advierten que localidades como Paiporta, Sedaví o Alfafar, que se habían convertido en opciones asequibles por su cercanía a la capital, probablemente perderán atractivo en los próximos meses debido a su estado actual. Esto podría redirigir la demanda hacia Valencia y l'Horta Nord, áreas que ya sufren de falta de oferta.

Además, se prevé un movimiento demográfico significativo donde muchas personas opten por abandonar zonas propensas a inundaciones en busca de lugares más seguros, lo que, en última instancia, elevará aún más los precios de la vivienda. Desde la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval) también prevén complicaciones en el panorama inmobiliario en los meses venideros, con viviendas dañadas que afectarán las compraventas y una posible baja en los precios de ciertos tipos de propiedades, como las plantas bajas.

Sin embargo, el alquiler será el sector más perjudicado, dado que muchos damnificados buscarán refugio mientras sus hogares están en reparación. Aunque hasta el momento no ha habido un aluvión de solicitudes, se anticipa un aumento significativo en las próximas semanas a medida que las personas comiencen a recibir ayuda financiera.

Ante esta crisis, la Cátedra hace un llamado urgente a la Generalitat Valenciana para que avance en la aprobación de un nuevo decreto de Vivienda de Protección Oficial (VPO) que facilite la creación de viviendas asequibles, anticipándose a las nuevas demandas del mercado, que necesita urgentemente más opciones de vivienda.