En un giro inesperado que sorprendió a muchos, Sue Gray, la asesora principal del primer ministro Keir Starmer, anunció su dimisión este domingo. Este acontecimiento marca la primera gran crisis en el 10 de Downing Street, apenas a pocos meses de iniciar su mandato. Gray, quien previamente lideró la investigación sobre el famoso 'Partygate' que contribuyó a la caída de Boris Johnson, fue contratada por Starmer en un contexto de controversia, ya que se cuestionaba la imparcialidad de su juicio. La situación se complicó aún más cuando surgieron revelaciones de que su salario superaba al del propio primer ministro, algo que no pasó desapercibido para los críticos del gobierno laborista.

Las tensiones dentro del gobierno han ido en aumento. Simon Case, jefe de la administración pública, había anunciado recientemente su intención de dejar su cargo, lo que añade más presión sobre el recién instalado equipo de Starmer. Gray argumentó que su renuncia era necesaria para evitar convertirse en una 'distracción' para el liderazgo de Starmer, quien ahora enfrenta servicios críticos que cuestionan su capacidad para gobernar efectivamente.

Su salida coincide con una reciente conferencia del Partido Laborista, que fue eclipsada por las donaciones del multimillonario Lord Waheed Alli. Se rumorea que Gray tenía un papel en la autorización de acceso temporal a Downing Street para Alli después de las elecciones de julio, lo que añade más leña al fuego de la controversia.

Dentro del gobierno, hay una creciente percepción de que los laboristas no han colocado a las personas adecuadas en los puestos clave, lo que ha resultado en errores estratégicos. A pesar de ser considerado un líder con experiencia, Starmer está bajo presión para demostrar que puede transformar las expectativas en resultados concretos, especialmente ante las claras señales de cambio que marcarán los próximos comicios de junio.

Con la salida de Gray, sus responsabilidades serán asumidas por James Lyons, un ex periodista político con experiencia en medios de comunicación. Además, Starmer ha nombrado a Vidhya Alakeson y Jill Cuthbertson como nuevos jefes adjuntos de gabinete, así como a Nin Pandit como secretario privado principal, un papel vital en la estructura del gobierno.

Agradeciendo a Gray, Starmer expresó su deseo de que ella permanezca colaborando con él en su nuevo rol como responsable de regiones. Sin embargo, la reestructuración del gabinete y los cambios constantes plantean dudas sobre la estabilidad y eficacia del gobierno laborista en un momento crucial para el país.