
La escenificación del "Día de la Liberación" de Trump: Un espectáculo diseñado para captar la atención mundial
2025-04-03
Autor: Marta
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó una declaración de guerra comercial total al implementar lo que denominó "aranceles recíprocos amistosos", en un evento rebosante de teatralidad. Esta jornada fue denominada por el propio Trump como "el Día de la Liberación" y se destacó como uno de los momentos más significativos en la historia del país, según sus palabras.
El anuncio, esperado por muchos, fue transmitido en vivo desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, un lugar icónico que suele ser el escenario de grandes eventos. Decorado con numerosas banderas estadounidenses, el entorno fue meticulosamente preparado para ofrecer un espectáculo visual que dista mucho de lo que se esperaría de una declaración oficial. Trump, al igual que en otras ocasiones, se rodeó de elementos que reforzaran su narrativa de poder.
El evento fue analizado por expertos, quienes señalaron que la escenografía y el despliegue orquestado son coherentes con el estilo de liderazgo de Trump, caracterizado por su egocentrismo. Moisés Ruiz, profesor de liderazgo político, comentó que el presidente busca consolidarse como el protagonista de una nueva realidad y este espectáculo le ayuda a mantener el foco de atención sobre su figura.
El Jardín de las Rosas ha sido tradicionalmente un lugar de política seria, sin embargo, Trump lo ha utilizado como un telón de fondo para sus actos que tienden hacia el espectáculo. José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin, describió el discurso de Trump como "solemnidad en su presentación", pero criticó su forma de abordar contenido esencial como "aburrido" y "mitinero".
Durante el anuncio de los "aranceles recíprocos", Trump hizo uso de una gran cartelera que sostenía en ambas manos, mostrando diversas tasas aplicadas por diferentes países, en lo que se convirtió en una imagen icónica del evento. Además, se procedió a la firma de la orden ejecutiva que oficializaba las medidas, acto al que Trump también le dio un toque de dramatismo al exhibir el documento con su firma en letras grandes.
Esta estrategia comunicativa, según explicó la politóloga Cristina Monge, busca generar una percepción de grandiosidad en todo lo que hace. Al nombrar el día como "Día de la Liberación", Trump refleja una anti-institucionalidad, rompiendo con los protocolos establecidos.
El presidente planea no solo llamar la atención hacia su figura, sino también enviar un mensaje claro: él es el creador de una nueva dinámica global. Esto se traduce en una oferta atractiva para su base de apoyo, que se refleja en la inclusión de trabajadores de distintos sectores durante el evento, quienes representan una parte importante de su electorado.
Trump ha conseguido hacer de cada anuncio un espectáculo, apuntando a una comunicación persuasiva que no se basa únicamente en datos, sino que envuelve su discurso en un sentimiento de orgullo patriótico. Al hacerlo de manera incisiva, el presidente trata de suavizar la percepción de las consecuencias económicas adversas que sus decisiones pueden acarrear para los estadounidenses.
La elección del momento también juega un papel importante, pues Trump está consciente del alcance mediático y la atención que puede generar en un horario apto para un gran público. El profesor Ruiz resaltó que el exreality star ve la política como un espectáculo, con él mismo como el actor principal que dirige las emociones de su audiencia.
A medida que se desarrolla su mandato, Trump parece alejarse cada vez más de las normas políticas convencionales. Ahora, sin un vicepresidente que lo limite, ha instaurado un régimen donde las convenciones son doblegadas a su estilo único, dejando claro que la teatralidad será la norma de su gobierno.