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La exalcaldesa de Aldaia narra su aterradora experiencia tras la devastadora riada: "No he podido dormir en diez días"

2024-11-26

Autor: Francisco

"No soy la más importante en esta tragedia. Muchas personas en Aldaia han perdido a familiares y bienes materiales, y su sufrimiento es monumental. Sin embargo, lo que viví fue una experiencia traumatizante; he estado diez días sin dormir y ahora apenas descanso unas horas. Mi vida se ha convertido en un constante esfuerzo por limpiar el barro acumulado", cuenta Empar Navarro Prósper, exalcaldesa socialista de Aldaia durante 14 años. Durante su gestión, Navarro abogó constantemente por la ejecución del desvío del Barranc de la Saleta, el cual, tristemente, volvió a desbordarse, cobrándose la vida de seis personas en su comunidad. El 29 de octubre, la riada arrasó su hogar, y ella y su hija tuvieron la suerte de escapar con vida.

"En solo media hora, el agua ya había derribado la puerta y las cristaleras"

El pasado 29 de octubre, mientras la tormenta arremetía, Empar se encontraba en su casa con su hija. Al escuchar que el agua bajaba desde Chiva y que el barranco había desbordado, decidieron refugiarse. "Cerramos puertas y ventanas y colocamos objetos tras la puerta, además de toallas, por si el agua entraba", relata. En cuestión de minutos, la inevitable catástrofe llegó. "En quince minutos, olas de agua marrón, de hasta dos metros de altura, entraron con una fuerza impresionante, derribando la puerta de la entrada y rompiendo las cristaleras. El ruido era ensordecedor. Recuerdo que la luz se apagó y quedamos a oscuras. Subí a un banco de la cocina mientras el agua continuaba inundando la casa, aferrándome como podía. Mi hija me gritaba que teníamos que irnos. En un momento crítico, perdí los zapatos y caí al agua, pensando que era el final", confiesa, aún visiblemente afectada por el recuerdo.

El terror de ser arrastradas por la corriente les llevó a tomar decisiones rápidas. Lograron subir a la planta superior, donde había otra vivienda y una terraza. "Con una escalera logramos subir. Apoyándome en los hombros de mi hija, finalmente pude alcanzar el techo. No sé cómo lo hicimos, supongo que fue instinto de supervivencia", dice con emoción. Al mirar alrededor, el panorama era desolador: "Entró un contenedor de basura en la casa y un montón de palets. La angustia fue terrible. En la calle, los coches quedaron atrapados, formando un dique lleno de residuos. Nos sentíamos completamente abandonadas mientras sacábamos barro como podíamos."

"El gobierno es responsable de las muertes"

Casi un mes después del desastre y con su voz cargada de indignación, Empar critica la gestión de la crisis por parte de Carlos Mazón y la Generalitat Valenciana. "Siento rabia por su inoperancia. Han demostrado ser irresponsables y son responsables de todo lo que ha sucedido: las muertes, la pérdida de bienes materiales y el cambio drástico en la vida de las personas. La gente ha perdido la ilusión y se siente desolada", enfatiza.

Critica la falta de organización tras la tragedia: "El día siguiente, no había camiones ni retroexcavadoras, y se necesitaban hospitales de campaña. ¿Cómo es posible que no hubiera recursos disponibles en toda la Comunidad Valenciana?", se pregunta. Aún más alarmante fue el fallo en las alertas: "No recibí ningún aviso. Si a mediodía ya se sabía que el agua estaba bajando, ¿por qué no avisaron? Muchas vidas podrían haberse salvado, aunque los bienes materiales se hubieran perdido", lamenta.

"En 2011, presenté un plan para desviar el barranco", concluye con un tono agridulce, sabiendo que sus esfuerzos pasados podrían haber evitado una tragedia de esta magnitud.