La muerte del Papa Francisco a los 88 años ha conmocionado al mundo, pero esto no detiene la Gran Procesión de la Virgen de la Cofradía de la Esperanza de Málaga y el Cristo del Cachorro de Sevilla en Roma. Según Paloma Saborido, coordinadora nacional de la procesión, los actos planeados seguirán adelante gracias a la confianza transmitida por el Dicasterio para la Evangelización del Vaticano.

"Este jubiloso evento ya estaba programado, y millones de peregrinos tienen planeado asistir a Roma", destacó Saborido a Europa Press, asegurando que la Iglesia tiene todo bajo control para que la celebración tenga lugar tal como estaba previsto.

A pesar del luto, Saborido enfatizó que su trabajo continúa, y se disponía a viajar a Roma esta semana para coordinar las actividades con la organización. Reuniones, incluyendo una en el Dicasterio de Evangelización, están fijadas y no se han cancelado, indicándole a todos que la fiesta sigue.

Un calendario intacto en medio del luto

El calendario de los traslados y cultos para la procesión que se realizará en Roma se mantiene sin cambios. Se espera que el cónclave que elegirá al nuevo Papa comience el 17 de mayo, 20 días después de la muerte del Santo Padre, convocando a todos los cardenales menores de 80 años, que en la actualidad son 138.

Las imágenes de la Esperanza y del Cachorro serán trasladadas al Vaticano la segunda semana de mayo, llegando el 13 de mayo a Roma, y recibirán culto en la Basílica de San Pedro entre el miércoles y el viernes.

La procesión se prepara para brillar en Roma

El gran evento se llevará a cabo el sábado 17 de mayo, con la Esperanza de Málaga y el Cachorro liderando una comitiva de 2,000 personas. La música de la Archicofradía de Málaga y de varias bandas locales acompañarán a estas emblemáticas imágenes.

El punto de inicio de la Gran Procesión se ubicará en la via Claudia, cerca de la Piazza Celimontana. El recorrido, que abarca históricos puntos de interés como el Coliseo, extenderá aproximadamente 3,75 kilómetros, iluminando las calles de Roma tanto de día como de noche.

Este año, la procesión servirá no solo como una celebración religiosa, sino también como un homenaje a la vida y obra del Papa Francisco, un líder que dejó una huella imborrable en la Iglesia.