Karlos Arguiñano, el icónico chef vasco, ha estado deleitando a los espectadores durante más de 30 años con su carisma y talento culinario en televisión. Sin embargo, detrás de su exitosa carrera se esconde una historia que pocos conocen: la triste razón por la que le fue retirada su codiciada estrella Michelin.

En 1986, Arguiñano alcanzó la gloria gastronómica al conseguir una estrella Michelin en su restaurante, un logro que lo catapultó antes de hacer su debut televisivo. Pero, ¿qué ocurrió para que esa prestigiosa distinción le fuera arrebatada años después?

Según el propio chef, en 1991, justo cuando comenzaba a brillar en la pantalla, el mundo de la crítica gastronómica se encontraba reacio a aceptar a los chefs televisivos. "En aquellos tiempos, se pensaba que un cocinero en televisión no estaba realmente comprometido con la cocina de calidad", confesó Arguiñano, revelando las tensiones entre los dos mundos.

El Dolor de Perder la Estrella

Aunque la pérdida de la estrella fue un golpe doloroso, Arguiñano admitió que no le afectó de forma devastadora. En un video que se ha vuelto viral, relató: "Me dieron una estrella Michelin. Pareciera que antes cocinábamos mejor. Luego me pusieron en la tele y me la quitaron".

Con humor y desdén, reflexionó: "¡Ay! ¡Qué envidia tiene la gente! Salí guapo y no me aguantan. Siempre me pregunto: ¿cómo es posible que me dieran una estrella Michelin y al entrar en televisión me la quitan? ¿Acaso se me olvidó cocinar? ¡Para nada!"

Un Legado Resiliente

A pesar de este revés, Arguiñano no se dejó abatir. Su carrera tanto en la cocina como en la televisión no solo continuó sino que prosperó, convirtiéndolo en una de las figuras más queridas y respetadas del panorama gastronómico en España. Su historia es un recordatorio de que las apariencias pueden engañar y que el talento auténtico siempre encontrará su camino hacia el éxito.