¡La Impactante Verdad Detrás del Efecto Yo-Yo de las Dietas!
2024-11-21
Autor: Antonio
Una alarmante encuesta nacional revela que el 63,7% de los hombres y el 48,4% de las mujeres en España padecen sobrepeso. La obesidad afecta al 19,3% de los hombres y al 18,0% de las mujeres, y si las tendencias actuales continúan, se estima que para el 2035 la obesidad grave afectará al 37% de la población española. Esto plantea una crisis de salud pública que exige atención inmediata.
Recientemente, la llegada de un nuevo grupo de medicamentos antiobesidad, los agonistas del receptor GLP-1, ha revolucionado el tratamiento de esta enfermedad. Sin embargo, estos fármacos no solo ayudan a perder peso; también han mostrado beneficios adicionales, como la mejora de la función renal, la reducción del riesgo de eventos cardíacos fatales y la protección contra enfermedades neurodegenerativas. Recientes estudios incluso sugieren que podrían aliviar el dolor asociado con la osteoartritis de rodilla y reducir riesgos de trastornos adictivos, incluidos problemas de alcoholismo.
A pesar de estos avances, la recuperación del peso perdido sigue siendo un desafío formidable. La ciencia apenas comienza a desentrañar los complejos mecanismos moleculares que explican por qué algunas personas recuperan el peso perdido, lo que dificulta el éxito a largo plazo del tratamiento.
Investigaciones indican que hasta un 75% de las variaciones en el Índice de Masa Corporal (IMC) pueden atribuirse a factores genéticos. Sin embargo, la regulación de la grasa corporal también está influenciada por factores ambientales, metabólicos, nerviosos, conductuales y endocrinos, un fenómeno conocido como "epigenética". Este campo de estudio es crucial para entender por qué es tan difícil mantener un peso saludable después de perderlo.
Recientemente, un estudio liderado por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) ha hecho un descubrimiento asombroso: el tejido adiposo tiene una memoria epigenética que puede perdurar incluso después de la pérdida de peso. Este estudio, que cuenta con la participación del investigador Daniel Castellano-Castillo del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (IBIMA), fue publicado en la prestigiosa revista Nature.
Los resultados del estudio revelan que la obesidad provoca cambios en el epigenoma, un conjunto de etiquetas químicas que regulan la actividad genética. En las células grasas, esos cambios pueden hacer que pierdan la capacidad de funcionar correctamente, y estas alteraciones pueden persistir mucho después de que una persona haya alcanzado un peso saludable.
En la investigación, se analizaron células de tejido adiposo de 18 individuos sanos y de otros 20 que habían sido obesos antes y después de someterse a una cirugía bariátrica. Dos años tras la cirugía, aunque los participantes habían perdido peso considerable, la actividad genética de sus células grasas aún mostraba patrones asociados con la obesidad. Los resultados fueron similares en ratones que habían pasado por una pérdida significativa de peso; sus células también mostraban cambios epigenéticos que sugerían una ‘memoria’ de la obesidad.
Los genes que se activan durante la obesidad están relacionados con procesos inflamatorios y fibrosis, mientras que los que se desactivan permiten que las células grasas funcionen adecuadamente. Los estudios en ratones demostraron que estos cambios en el epigenoma pueden ser duraderos, lo que significa que incluso después de perder peso, las células pueden continuar 'recordando' su estado anterior de obesidad.
Este hallazgo resalta la complejidad de la lucha contra la obesidad, una amenaza que no solo afecta la salud física, sino que también tiene profundas implicaciones psicológicas y sociales. Mientras la ciencia avanza, es crucial adoptar un enfoque integral que aborde tanto la prevención como el tratamiento de la obesidad de manera efectiva.