Un Encuentro Emotivo en la Capilla Ardiente

Este viernes, la capilla ardiente en la Basílica de San Pedro se llenó de emoción y recuerdos cuando Laura Esquibel, una mujer trans paraguaya, llegó acompañada de Sor Geneviève Jeanningros, la monja amiga del Papa Francisco. Laura, quien guarda vívidos recuerdos de haberse reunido con el Santo Padre en varias ocasiones, se presentó con su mochila verde y sus zapatos gastados para rendir homenaje.

Recuerdos que Atraviesan Fronteras

«Soy la primera transexual que estrechó la mano del Papa Francisco», reveló Laura, recordando con cariño los momentos compartidos, incluyendo las empanadas que ella cocinó para el Papa. 'Las enviaba con cariño, él las disfrutaba mucho', contó, evocando una relación especial llena de afecto y compañerismo.

La Monja que Se Saltó el Protocolo

Sor Geneviève, a sus 82 años, se presentó nuevamente en la capilla ardiente, haciendo su cuarta visita para despedir a su querido amigo. Su vinculación con Francisco se remonta a una tragedia personal: el asesinato de su tía durante la dictadura argentina. Su encuentro en el Vaticano fue un hito, pues el Papa ya conocía su historia y se mostró profundamente conmovido.

Una Relación Nacida del Dolor y la Solidaridad

Ambos compartían una conexión única, forjada en el dolor y la preocupación por la justicia social. Sor Geneviève, quien vive en una caravana en un parque de diversiones en Roma, se convirtió en un puente entre el Papa y diversas comunidades marginadas, incluyendo a artistas y prostitutas trans, especialmente durante la pandemia.

El Legado del Papa Francisco

Después de la crisis sanitaria, el Papa no solo se mantuvo en contacto con Sor Geneviève, sino que también continuó sus reuniones con miembros de la comunidad LGTB+, reforzando su legado de compasión y apoyo hacia los más vulnerables. Esta conexión perdurará, dejando una huella profunda en todos los que lo conocieron.

Adiós a un Amigo Inolvidable

Con lágrimas en los ojos, Sor Geneviève expresó su tristeza al perder a alguien que consideraba un padre, un hermano y un amigo. 'Todos lo extrañaremos', confesó, mientras contemplaba la multitud que se unió para rendir homenaje a un Papa que cambió muchas vidas. Todas estas memorias se aferrarán a su corazón mientras despide a su amigo con un beso al féretro.