¡Atención! Los ultrarricos han decidido dar la espalda a las casas inteligentes y, más sorprendente aún, ahora buscan lo opuesto: casas 'tontas'. Esta tendencia de "desintoxicación digital" está marcando el nuevo lujo.

¿Qué pasó con la automatización?

Hasta no hace mucho, tener un hogar completamente automatizado era un signo de status reservado solo para los más pudientes. La idea de encender luces o controlar electrodomésticos desde un smartphone era la norma. Sin embargo, las riquezas de Hollywood, como Sofia Vergara, ya no adornan sus mansiones con la última tecnología.

Un refugio de desconexión

Según la interiorista Holly Hunt, muchos de sus clientes ya no desean casas más inteligentes que ellos. En vez de un hogar lleno de pantallas y dispositivos, buscan un refugio donde puedan desconectar. 'Es un cambio del lujo extremo a la sencillez refinada'.

La frustrante verdad sobre las casas inteligentes

El giro en esta tendencia se atribuye a las numerosas molestias que la tecnología trae consigo. George Carrillo, director del Consejo Hispano de la Construcción, asegura que el 57% de los propietarios de casas con dispositivos inteligentes enfrentan problemas de compatibilidad. ¡Menuda ironía! La tecnología prometía facilitar la vida, pero a menudo causa más problemas.

De lujos innecesarios a simplicidad

La interiorista Carrie Livingston relata la frustración de sus clientes con sistemas domóticos costosos. A veces ni siquiera podía encontrar un simple interruptor de luz. 'La gente prefiere el simple placer de encender la luz sin complicaciones tecnológicas', dice.

Seguridad en la era digital

Las preocupaciones de seguridad son otra razón por la que los millonarios están abandonando la tecnología. Según expertos, cada dispositivo conectado a internet puede ser objeto de ataques cibernéticos. ¡Imagínate darles las llaves de tu casa a un hacker!

El lujo reside en la simplicidad

La nueva definición de lujo está cambiando. Para muchos millonarios, ahora es tener un hogar donde puedan disfrutar de una tranquilidad sin distracciones tecnológicas. Este deseo por la simplicidad se refleja en su elección de casas 'tontas', donde pueden encender las luces con un básico interruptor.

En un mundo que gira cada vez más rápido hacia la automatización, ¡es refrescante ver que algunos buscan la calma en la sencillez!