Cuando alguien hiere nuestros sentimientos, a menudo reprimimos nuestras emociones, lo que puede llevar a un profundo malestar. June Tangney, profesora de psicología en la Universidad George Mason, destaca que incluso una crítica aparentemente leve puede dejarnos sintiéndonos "disminuidos".

Según Tangney, "las veces que enfrentamos críticas o desdén, experimentamos una intensa vergüenza". Esto puede llevarnos a cuestionar nuestro valor y a sentir que tenemos algún tipo de defecto. En este caos emocional, la envidia y la ira pueden florecer, pues los sentimientos heridos suelen enmascarar un profundo temor al rechazo.

Judy Ho, neuropsicóloga de la Universidad de Pepperdine, agrega que expresar lo que nos molesta puede resultar extremadamente incómodo. "No queremos admitir que alguien tiene tanto poder sobre nuestras emociones, pero las relaciones son fundamentales para nuestra humanidad. Está bien reconocer que las palabras de otros nos impactan, a todos nos sucede".

La Clave: "Ayúdame a entender"

Matt Abrahams, experto en comunicación de la Universidad de Stanford, propone una forma efectiva de gestionar tales situaciones: abordar el comentario hiriente como un problema que tú y la otra persona pueden solucionar en conjunto. En este contexto, las tres palabras mágicas que debes recordar son: "Ayúdame a entender".

Al utilizar esta frase, no solo haces visible tu malestar, sino que también invitas a la otra persona a participar en una conversación que puede despejar malentendidos y sanar las heridas emocionales. ¡Prueba esta técnica y transforma tu forma de comunicarte!