
La Rosaleda: ¿Un antes y un después para el Guadalmedina?
2025-04-03
Autor: Manuel
Se espera que la remodelación del estadio de La Rosaleda esté finalizada en 2029, con miras al Mundial de fútbol que se celebrará en 2030. Sin embargo, surge la interrogante: ¿se procederá a construir sin tener en cuenta las futuras intervenciones para corregir los problemas hidrológicos en el cauce vecino del Guadalmedina?
Manuel Olmedo, ingeniero técnico industrial y experto en la gestión del riesgo asociado al Guadalmedina, sostiene que la opción más prudente sería considerar estos aspectos en la remodelación.
Mejora de la Seguridad
Se tiene planificado crear una calle en la fachada del estadio que da al río, y la propuesta de Olmedo es implementar una plataforma de hormigón sobre el Guadalmedina, sostenida por pilares y pilotes. Sugiere que se deje espacio para que eventuales obras no obstaculicen la instalación de un conducto de evacuación de aguas pluviales.
Durante una reciente charla en la Sociedad Económica de Amigos del País, Olmedo propuso un innovador sistema de aliviaderos estilo ‘morning glory’, que permitiría una rápida evacuación del líquido en caso de lluvias torrenciales. En su opinión, la instalación de dos aliviaderos en el embalse del Limonero, junto con un conducto que dirija el agua hacia el mar, podría ser una forma eficaz y coste-efectiva de mitigar los riesgos de inundaciones.
Olmedo también hace hincapié en que, aunque el riesgo que representa el embalse del Limonero es considerado remoto, no se puede descartar, mencionando que un aumento repentino del caudal puede superar la coronación de la presa, una situación que ya ha llevado a tragedias en el pasado, como la que afectó a la presa de Tous.
Soluciones Concretas para el Limonero
Para contrarrestar esta amenaza, Olmedo propone cubrir la presa del Limonero con una malla metálica recubierta de hormigón, que funcionaría como una especie de impermeable, previniendo que el agua alcance niveles peligrosos.
Al hablar sobre la capacidad del río Guadalmedina, Olmedo afirma que puede manejar hasta 600 m³ de agua; sin embargo, sumando los arroyo que desembocan en él, la capacidad podría ascender a 850 m³. Por ello, considera crucial actuar pronto, señalando que Málaga necesita garantizar un cien por cien de seguridad frente a inundaciones.
El impacto del cambio climático y las devastadoras inundaciones que han afectado a otras regiones como Valencia deberían motivar a la Junta de Andalucía a adoptar medidas preventivas. Además, es vital continuar con la mejora de las infraestructuras agrohidrológicas en las vertientes, especialmente en la margen izquierda, donde se registran las lluvias más intensas.
Problemas en el Colector de Carretería
Olmedo también ha destacado la importancia de tomar medidas para el colector de Carretería, mencionando que, durante las recientes lluvias de noviembre, el colector sufrió una obstrucción, lo que evidenció la urgencia de actuar en este punto.
Situación de Casasola y Campanillas
Se refirió a la situación actual de la presa de Casasola, que, tras intensas lluvias, enfrentó problemas al no poder abrir sus desagües, lo que llevó a un rebose preocupante. Esto sugiere una posible falta de mantenimiento adecuado. Olmedo también considera que las recientes inundaciones en Campanillas reflejan una problemática significativa que solo se resolverá cuando se modifique el puente de la Azucarera para permitir una mayor circulación de agua.
En resumen, la remodelación de La Rosaleda representa una oportunidad para abordar simultáneamente los desafíos hidrológicos del Guadalmedina y garantizar la seguridad del entorno. Las propuestas de expertos como Manuel Olmedo podrían a la larga marcar un cambio positivo para la gestión de las aguas en Málaga.