La sorprendente evolución del sueño: ¿Por qué las mujeres duermen peor que los hombres?
2024-11-25
Autor: Manuel
La calidad del sueño es crucial para nuestro bienestar. Valentín Fuster, director general del I Mount Sinai Fuster Heart Hospital, subraya que el sueño profundo es más importante que la cantidad total de horas de sueño. En una entrevista, Fuster reveló que él duerme entre 4 y 5 horas, pero las duerme profundamente. Este tipo de sueño no solo ayuda a la recuperación física, sino que también afecta nuestra salud mental y emocional.
Recientemente, un estudio de la Universidad de Colorado en Boulder, que involucró 4,000 personas y sus patrones de sueño, mostró que las mujeres tienden a dormir menos, despiertan más frecuentemente y su sueño es menos reparador en comparación con los hombres. Estos hallazgos, publicados en la revista Scientific Reports, abren nuevas líneas de investigación sobre las diferencias biológicas en el sueño entre géneros. La investigadora principal, Rachel Rowe, señala que estas diferencias podrían estar más influenciadas por factores biológicos de lo que se pensaba.
A través de un análisis exhaustivo de estudios en animales, la ciencia ha comenzado a entender cómo la falta de sueño puede contribuir a enfermedades como diabetes, obesidad y trastornos inmunológicos. A menudo, los ratones han sido utilizados para probar la eficacia de fármacos relacionados con el sueño, pero este enfoque ha reflejado un sesgo en la representación de las hembras.
El estudio mencionó que la cepa de ratón más común en investigación suele ignorar las diferencias sexuales en su comportamiento de sueño. Grant Mannino, graduado en Psicología y Neurociencia, destaca que una falta de representación femenina en estos estudios puede llevar a interpretaciones erróneas de los resultados, haciendo que el conocimiento sobre el sueño se base en gran medida en el comportamiento masculino.
En este estudio, se observaron 267 ratones de ambos sexos utilizando jaulas equipadas con sensores de movimiento. Los machos durmieron aproximadamente 670 minutos en un período de 24 horas, una hora más que las hembras. Este sueño adicional fue en fases no REM, que es crucial para la reparación del cuerpo.
Se encontró que las hembras experimentan un sueño más fragmentado y corto. Observaciones en otros modelos, como la mosca Drosophila, sugieren que las diferencias de sueño entre sexos pueden ser adaptativas y están influenciadas por la biología. Por ejemplo, las hembras de Drosophila duermen menos tras el apareamiento, probablemente debido a la necesidad de recursos. Asimismo, en mamíferos, las madres que lactan tienden a dormir menos que las que no tienen crías.
La biología podría estar diseñando a las hembras para ser más sensibles a su entorno y responder rápidamente a las necesidades de sus crías, según Rowe. Esto podría tener sentido evolutivo, argumentando que si las hembras durmieran tan profundamente como los machos, podrían comprometerse menos en el cuidado de la descendencia.
Las hormonas del estrés, especialmente el cortisol, juegan un papel importante en esta dinámica. Las mujeres a menudo reportan peor calidad de sueño durante las fases de su ciclo menstrual donde los niveles de estrógeno y progesterona son más bajos, lo que agrega otra capa de complejidad al problema del sueño.
Algunos expertos especulan que las mujeres pueden estar sometidas a un estrés innecesario al compararse con sus parejas masculinas. Rowe se pregunta si el hecho de que las mujeres no duerman las mismas horas que los hombres afecta su percepción de la calidad de su sueño, preguntándose si esto es realmente un problema o simplemente una diferencia normal en los patrones de sueño.
La investigación continúa, pero lo que está claro es que entender las diferencias de sueño entre hombres y mujeres podría no solo cambiar nuestra forma de ver estos patrones, sino también tener importantes implicaciones para la salud pública y la medicina.